Acostumbrados a leer que nuestro país suele estar “a la cola” de los adelantos científicos mundiales o que “llega tarde” a lo que en esa materia se aplica en otras naciones, llamó la atención un artículo del famoso periódico de Estados Unidos, New York Times, que la semana pasada narró con lujo de detalles el procedimiento que aún estudia la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos, por sus siglas en inglés) para combinar diferentes vacunas para las subsiguientes dosis a aplicarse a la población, una situación que en Argentina se da desde comienzos de agosto por recomendación de la ministra de Salud Carla Vizzoti quien se interiorizó de esa posibilidad en varios centros mundiales, y decidió que se aplique de inmediato en nuestro país.
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EN ARGENTINA SE APLICA ASÍ DESDE HACE 3 MESES
Si bien fue la necesidad frente a la carencia del componente 2 de Sputnik, las vacunas de origen ruso que se demoraban por aquellos meses en llegar en tiempo y forma a la Argentina, no significó que la medida fuese, como quiso destacarse desde medios opositores al gobierno como “manotazos de ahogado”, sino que detrás de la decisión hubo investigaciones y comprobaciones que daban certeza de la seguridad y efectividad de combinar vacunas en las distintas dosis, lo que ahora, casi 3 meses más tarde, Estados Unidos está comenzando a determinar como útil y necesario también para su estructura de vacunación.
El artículo del New York Times se titula “Qué pasa si combino vacunas en la dosis de refuerzo”, y está escrito por Carl Zimmer, autor quien publicó trece libros, entre ellos el best seller “She Has Her Mother’s Laugh: The Powers, Perversions, and Potential of Heredity”.
En uno de sus párrafos el New York Times se pregunta: “¿Por qué podría ser mejor combinar?”, a lo que el autor mismo se responde:
“Los científicos sospechan desde hace tiempo que los refuerzos heterólogos a veces funcionan mejor que dos dosis idénticas. A los diseñadores de la vacuna Sputnik V les preocupaba que la primera inyección de Ad5 creara anticuerpos no solo contra las proteínas del coronavirus que administraba, sino también contra el propio Ad5. Una segunda dosis de Ad5 podría ser eliminada por el sistema inmunitario de las personas antes de que pudiera aumentar la protección contra la COVID-19. Los estudios en vacunas experimentales contra el VIH también sugieren que la mezcla de vacunas podría crear una respuesta más amplia y potente que varias dosis de una sola vacuna. Los distintos tipos de vacunas estimulan el sistema inmunitario de manera diferente, y el cambio entre dos vacunas podría ofrecer a las personas lo mejor de ambos mundos”.
Más adelante agrega: “La pandemia dio a los científicos nuevas oportunidades para probar esa idea. Cuando la vacuna de AstraZeneca fue aplicada rápidamente en Europa, quedó claro que los receptores más jóvenes corren un riesgo pequeño pero real de desarrollar coágulos de sangre. A los jóvenes que ya habían recibido una dosis de AstraZeneca se les ofreció una segunda dosis de Pfizer-BioNTech”.
En pocos días quizás Estados Unidos se sume al exclusivo lote de naciones que combinan vacunas con éxito en su calendario contra el Covid-19, y podrá decir jactanciosa la Ministra Carla Vizzoti que Argentina lo vio, lo investigó, lo aplicó y obtuvo excelentes resultados, antes que una potencia en la materia.
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