Luego de que una nena de un año y medio oriunda de Lincoln muriera por efecto del veneno de una araña violinista, es importante aprender a identificar a estos artrópodos y conocer de qué forma pueden prevenirse las picaduras.
Según la Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación, casi la totalidad de las arañas poseen glándulas productoras de veneno, asociadas a estructuras que le permiten inocularlo, llamadas quelíceros.
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Este veneno no tiene como finalidad matar humanos, sino paralizar a las presas para alimentarse. Sin embargo, existen casos de envenenamiento accidentales, al aplastarlas u hostigarlas.
Muchas de las especies se han adaptado a vivir dentro de viviendas humanas o en sus cercanías, siendo en la enorme mayoría de los casos totalmente inofensivas.
De todas las que existen, solo cuatro grupos son capaces de picar con riesgo de causar la muerte de seres humanos. En la Argentina, hay tres de estos grupos. De acuerdo al área dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, estos son las siguientes:
- “Viuda Negra” o “Araña del lino” (género Latrodectus)
- “Araña marrón” o “Violinista” (género Loxosceles)
- “Araña de los bananeros” (género Phoneutria)
La segunda es la que provocó el fallecimiento de la pequeña y es fácilmente diferenciable de las numerosas arañas marrones que pueden hallarse en los domicilios porque tiene una marca en el dorso con forma parecida a un violín (de allí uno de sus nombres).
Otros de sus apodos (araña de los cuadros) responde a que suele encontrársela detrás de cuadros o muebles, casi siempre en el interior de las viviendas o en zonas exteriores, pero protegidas del sol, el viento y la lluvia.
A diferencia de la gran mayoría de arañas que pueden verse en los hogares, las cuales poseen cuatro pares de ojos, esta cuenta con tres pares distribuidos en “V”. Son consideradas pequeñas ya que, sin contar las patas, miden hasta aproximadamente 1 centímetro, con un máximo de hasta 1,5 centímetros.
“Se distribuye en todo el país; no hay una región donde tenga mayor presencia. El hábitat suele ser lugares secos y oscuros, por ejemplo cementerios o depósitos de museos y papeles”, le explicó a INFOCIELO Sergio Gustavo Rodríguez Gil, doctor en Ciencias Biológicas y especialista en arácnidos.
“Se las suele confundir con otras arañas también conocidas como ‘de los rincones’, que son aquellas de patas largas y cuerpo pequeño presentes en casi todas las casas pero inofensivas”, aclaró.
Las picaduras
Según detalló Rodríguez Gil, loxosceles genera dos tipos de lesión:
- Cutánea: produce una necrosis en la piel y el tejido comienza a degradarse.
- Hemolítica: es fisiológica, rompe los glóbulos rojos y afecta al riñón.
“En general, si se da una, no se da la otra”, aclaró el especialista, y advirtió que la segunda “es difícil de detectar si no hay una clara evidencia de que hubo una picadura de una araña ya que la picadura es muy pequeña”.
Si bien el veneno de esta araña resulta más peligroso en bebés, ancianos y pacientes inmunodeprimidos, todas las personas son vulnerables a su efecto. La forma de combatirlo es por medio de sueros específicos que deben ser aplicados en un tiempo determinado. Para la provincia de Buenos Aires se producen en el Instituto Biológico Tomás Perón y para el resto del país en el Instituto Malbrán.
¿Qué hacer si encuentro una araña o si me pica?
Según el también investigador del CONICET y miembro del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), lo primero que hay que hacer ante un encuentro con una araña de este tipo es intentar alejarla de la zona con un plumero, sin tocarla, o meterla en un frasco y derivarla a algún centro de referencia.
En caso de recibir una picadura, lo primero que se sugiere es intentar capturar al arácnido en ese mismo momento (para no confundirlo luego con otro), guardarlo en un recipiente y llevárselo al médico que atienda la consulta para colaborar con el diagnóstico.
“A la persona picada se recomienda inmovilizarla, tranquilizarla, relajarla, ponerle hielo en la zona de la picadura, trasladarla al centro médico más cercano y aclarar que fue picada por una araña”.
Cabe resaltar que tanto las picaduras de arañas como de escorpiones son de denuncia obligatoria: el personal que atiende al paciente tiene la obligación de cargar el caso en el sistema. De esta manera, se pone en marcha el trabajo para conseguir el suero correspondiente, que, en territorio bonaerense, se encuentra distribuido en más de 20 centros.
Frente a escenarios de esta naturaleza, está disponible el Centro Provincial de Toxicología CEPROTOX 08002229911.
¿Sirven los aracnicidas?
De acuerdo a Rodríguez Gil, es muy raro que los aracnicidas que se venden en el mercado funcionen: para que sean efectivos, el veneno debería caer exactamente arriba del animal.
“Los insectos van comiendo cosas del piso y se van cargando del veneno residual, pero los arácnidos son cazadores, necesitan que la presa esté viva, y si tiene algún olor extraño no la agarran”, argumentó el experto.
Cómo prevenir picaduras
Según la guía del Programa Nacional de Prevención y Control de las Intoxicaciones (PRECOTOX), para prevenir los accidentes por loxosceles debe realizarse el aseo cuidadoso y periódico de las viviendas y alrededores. Entre las medidas recomendables se encuentran revocar las paredes, colocar cielorrasos en los techos y, cuando el caso lo requiera, instalar alambre tejido en puertas y ventanas.
También se aconseja examinar y sacudir las prendas de vestir colgadas de las paredes o dejadas a secar en el exterior, el calzado y todo objeto depositado en el suelo que les pueda servir de albergue.
Asimismo, se debe tener precaución con el manipuleo de muebles viejos y materiales abandonados en depósitos, revisar periódicamente detrás de cuadros, pizarrones u otros objetos de escasa movilización colgados de las paredes y alejar las camas de las paredes.
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