

Junto a Axel Kicillof, Sergio Massa presiona al Frente de Todos por llevar a un candidato de consenso y calificó a la interna como una lucha de vanidades.
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se muestra como contendiente de cara a las próximas elecciones, a la vez que presiona para que el Frente de Todos presente a un candidato de consenso.
En el día de ayer, el ministro de Economía había asegurado que le parecía un "error gravísimo" que el oficialismo dirima sus candidaturas en unas PASO, tal como planifica el presidente Alberto Fernández, en tanto que generaría "incertidumbre" a una situación de por sí delicada; a la vez que amenazó en ese caso con abrirse: "Si la pelea es de posicionamiento individual prefiero mirar desde el costado", expresó.
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Este miércoles, durante un acto en Rivadavia junto al gobernador Axel Kicillof, Sergio Massa fue un poco más allá en su lineamiento y, en tono de campaña, manifestó: " Los que gobernamos tenemos que demostrar cómo resolvemos los problemas del presente y cómo diseñamos el futuro, y no andar perdiendo el tiempo en internas estériles que solo resuelven vanidades políticas. Eso es lo que tenemos que hacer".
Y añadió: "Así como nos tocó trabajar juntos Nación, Provincia y Municipios con diferencias partidarias, para enfrentar la pandemia, para enfrentar la guerra, para enfrentar el daño que la sequía le está haciendo a nuestra economía, también debemos trabajar y planificar juntos para que el futuro de nuestros hijos no sea mirar en la televisión cómo se pelea la política, sino cómo la política piensa obras como ésta, para planificar el futuro de la Argentina, de la Provincia, y de sus ciudades."
El mensaje fue un teléfono directo hacia los postulantes que apaña el presidente: el actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, con quien Massa tiene una disputa personal; y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien se mostró con intenciones de ser el candidato de Alberto Fernández.
De esta forma, Sergio Massa se muestra lanzado a competir por la presidencia, para lo cual realiza un trabajo fino a varias puntas: en primer lugar, su gestión diaria en la cartera de Economía para que la inflación no se desmadre aún más y lograr tener un mínimo colchón de reservas a fin de sortear una nueva corrida cambiaria, posible en este impredecible año electoral.
En relación a eso, se encontró ayer con poderosos empresarios nacionales a quienes les explicó cara a cara la complejidad de la situación económica y les transmitió alivio, claro, bajo su gestión en el Palacio de Hacienda. "Esa enorme nube que algunos describen en términos de faltante de dólares, me parece que está sobre exagerada. Es cierto que tenemos un escenario desafiante para el segundo semestre, pero también es cierto que desde febrero hasta acá se hicieron cosas que achican ese eventual desequilibrio que puede representar la sequía", aseguró.
La imagen de garante de la gobernabilidad con la que busca seducir al empresariado, le implica también a Massa realizar un delicado equilibrio con el kirchnerismo, sumamente necesario para alcanzar su proyecto de gobierno. En ese sentido, el ministro se muestra gustoso en fotografías con Axel Kicillof, quien ya decidió por quedarse en territorio bonaerense, y desde algunas semanas que no para de hacerle guiños como en el día de su cumpleaños cuando en redes sociales lo apuró: "Arranca el Clio de vuelta?".
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