Rock Bonaerense
Efecto coronavirus

Dos meses sin escenarios: La desesperante actualidad de la industria musical por la pandemia

Desde el 20 de marzo todos los espectáculos de música en vivo fueron cancelados y son miles los trabajadores que dejaron de tener ingresos económicos. Conocé la crónica de una pandemia que sacó a relucir más de una irregularidad en este sector.

“Fuimos los primeros en parar de trabajar y seremos los últimos en regresar a los escenarios”, es la frase que todos los trabajadores de la música repiten. Y es que, desde que se dictó en nuestro país el aislamiento social y obligatorio y la cuarentena comenzó a regir a mediados de marzo, el telón se bajó dejando a miles de personas desocupadas.

Y, si bien rigen muchas medidas y decretos de parte del Estado para apaciguar la caída económica que está sufriendo la industria musical, hay realidades que salen a la luz y problemáticas que se profundizan tras la aparición del Covid-19 y el cese de actividades.

Los músicos independientes, viven de producir sus propias fechas, las cuales fueron suspendidas y desde marzo no están tocando. Entonces, el dinero de las entradas de los conciertos, la venta de merchandising (discos, remeras, gorras, posters) que se produce en dichos encuentros y demás negocios que surgen en la producción de un recital independiente y mantiene a miles de familias en todo el país, están paralizados hace 60 días.

En comunicación con el programa de radio Rock Bonaerense, que se transmite los lunes a las 20hs por La Cielo 103.5, el cantante de Se viene la maroma, banda de la ciudad de La Plata que está próxima a cumplir diez años en carrera, adelantó que “Somos conscientes de lo que está pasando y de que vamos a tener que esperar un montón. Con La Maroma la decisión que tomamos es que durante este año no vamos a tocar. Por más que se habiliten algunos lugares a fin de año, la realidad es que todas las bandas van a querer tocar, hay pocos lugares y va a ser un quilombo. Lo mejor es seguir esperando, pese a todo”, confirmaba Jony Sarasua.

El líder de Se viene la maroma confía en que las bandas independientes van a aprovechar este cese de actividades en vivo para producir lo que serán sus próximos materiales discográficos. Situación que también tendrá complicaciones económicas ya que las producciones en estudios de grabación se sustentan con el dinero que sale de los shows en vivo.

Guasones, banda de rock más grande en convocatoria, carrera y obra publicada nacida también en la capital de la provincia de Buenos Aires, ha tomado la misma decisión de no regresar inmediatamente se levante la cuarentena y se habiliten los espectáculos con público. La banda encabezada por Facundo Soto, estaba próxima a sacar un nuevo disco y la presentación, suspendida, iba a ser en el Luna Park.

Lo que convierte al 2020 en un año perdido totalmente y desde todos los puntos de vista para las bandas de rock. Las empresas líderes del sector ya están pensando en modelos experimentales que incluyen conciertos sin público, shows de autocine y la utilización de espacios más pequeños donde las personas mantengan la distancia entre sí. Ni hablar de que el viejo y querido “pogo”, va a dejar de ser una postal rockera, ya que el contacto directo no va a permitirse. Los shows podrían volver a ser algo similar a lo que ofrecía la industria antes de la pandemia recién hacia 2022.

Por el lado de los agentes de prensa, que son los encargados de conectar a los músicos con los medios de comunicación y facilitar la difusión de sus espectáculos y lanzamientos, también se encuentran en estado de alerta a raíz de los show cancelados. Ellos han dado un paso más en esta pelea contra el coronavirus y sus consecuencias, organizándose y visibilizando la problemática actual.

Por el lado de las grandes productoras de eventos, festivales y shows en vivo, no se registraron despidos hasta la fecha pero si se conocieron casos de bajas de hasta un cincuenta por ciento del neto de sus mensualidades. Muchos empleados de estas productoras están en negro y sin posibilidades de registrarse en ningún gremio o sindicato, es decir, están solos en esta situación crítica y esperando una rápida activación del sector.

En ningún momento se puso en duda, desde los sectores relacionados a la música en vivo, que el Estado tomó las decisiones acertadas en este momento histórico para el planeta. Pero lo que si surge es la falta de organización en un sector que si no se mueve no gana.

En época de pandemia, la idea de “El show debe continuar”, no es posible. Pero cuando todo esto pase, lo que si va a tener que ser posible es el cambio de paradigma y estructura de un sector que si no se mueve, se muere.

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