Política y Economía
APERTURA DE SESIONES EN PERGAMINO

El rechazo a las retenciones y el sugestivo olvido de un intendente del PRO en el Concejo

En la apertura de sesiones, al intendente de Pergamino no se lo escuchó hablar de uno de los dramas que vive su población: la contaminación del agua.

Este martes, el intendente de Pergamino, Javier Martínez, abrió las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante con un discurso de más de una hora en el que enumeró distintas metas de gestión para los próximos cuatro años de su mandato.

Ninguno de ellos, curiosamente, se relacionó con el hecho de acatar las exigencias del Juzgado Federal de San Nicolás, que el año pasado le pidió al municipio que comience a controlar las fumigaciones con agrotóxicos de los productores rurales, así como también a sanear parte del agua de las napas locales, en donde ya se comprobó que contienen diferentes tipos de agroquímicos y arsénico.

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Sin dejar que esa “omisión” lo ponga incómodo, el mandatario se posicionó en contra del aumento de retenciones que prepara el gobierno nacional y dijo que hay una “ineficiencia en la distribución de los recursos”.

Es decir: en minutos se escucharon "dos buenas" para el sector de los agro, pero ninguna frase de preocupación por la gran cantidad de casos de personas que sufren cáncer y otras enfermedades que podrían estar relacionadas a la exposición con las pulverizaciones.

Semejante olvido, activó el descargo de la oposición, que consideró que el discurso de Martínez “escondió” uno de los “problemas más graves” de la ciudad.

“Ni nombró el tema de la contaminación, ni la resolución del juez. Escondió el problema. Es preocupante, mucho más por la angustia de los vecinos que tienen dudas sobre la calidad del agua”, consideró para INFOCIELO, Álvaro Reinoso, concejal del Frente de Todos.

“Esconder los problemas, no los resuelve. Hoy tenés a más de la mitad de los pergaminenses preocupados por la calidad del agua y muchos ya no toman agua de red. Por el otro lado, tenés a los productores que están también afectados, porque ahora tienen muchísima más restricción para fumigar. Es decir, hay dos sectores al cual el intendente no pareció escuchar”, agregó el concejal.

Es notable que, minutos después del cierre de su discurso inaugural, el intendente haya destacado alguna de sus frases por Twitter y una de ellas hablara de “prestar atención a las críticas” que se le hace a su gestión.

El año pasado, las denominadas Madres de Barrios Fumigados de Pergamino, aseguraron que el intendente ninguneaba el hecho, al punto tal de enfrentarse al fallo del juez Carlos Villafuerte Ruzo, al cual consideró que tenía “enemistad política” con el jefe comunal. También el intendente había dicho que “tomaba agua de la canilla” en su casa.

LA SOMBRA DE VIDAL Y UNA ZONA CLAVE

Martínez es hoy, uno de los intendentes más cercanos a la ex mandataria María Eugenia Vidal y uno de los “PRO puro” que no le pierde pisada al armado de una fuerza que perdió la provincia, pero que promete recuperarla en los próximos años.

Tras su reelección, el intendente de Pergamino se transformó así en uno de los más importantes dentro de Juntos por el Cambio y sin dudas, el más fuerte en la Segunda Sección. Esa no es una zona cualquiera: allí se concentra una de las tierras más fértiles para el agronegocio, lo cual atrajo el interés de multinacionales como Monsanto.

Por eso, Martínez parece reunir un combo especial: a pesar de las críticas que absorbió luego del escándalo del agua, pudo retener el poder con un porcentaje muy alto, es a su vez intendente en una zona clave para la economía y se mantiene como un mandatario fiel del vidalismo. Al menos por ahora.

Sus declaraciones en rechazo al aumento de las retenciones anticiparon que podría convertirse, de a poco, en uno de los embanderados que defiendan al llamado “Campo” en territorio bonaerense.

“Solamente con la mitad de ese dinero, podríamos brindarles a nuestros vecinos la totalidad de servicios municipales”, sostuvo Martínez en su exposición de este martes, asegurando que el dinero que saldrá de las retenciones equivaldría a “dos presupuestos municipales”.

Eso, claro, lo dejará bien marcado en su relación con el gobierno nacional y el de Axel Kicillof.

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