Sociedad
Triste fin de semana

Un ex Boca denunció un apriete y dos partidos no pudieron seguir por los barras

La jornada que pasó en el fútbol argentino deja mucho para analizar por sobre los resultados deportivos. Las internas de las barras quedaron expuestas una vez más al igual que las relaciones con los dirigentes. ¿Se tomarán cartas en el asunto o se hablará solo de la pelotita?

Hablar de Miguel Caneo es hablar del hombre que estuvo al comando futbolístico de los mejores momentos futbolísticos de Quilmes en la última década, desde los ascensos hasta las victorias imborrables. Sin embargo, la situación de Quilmes en la B Nacional (está a cinco puntos del reducido por el ascenso con cuatro partidos por delante) fue la excusa para que los violentos irrumpan en el entrenamiento cervecero.

El ida y vuelta fue meramente futbolístico pero de todos modos repudiable, al “10” le reclamaron por su momento y el jugador respondió que  el técnico “no lo pone”. La discusión estaba subiendo de tono hasta que Trípodi, otro referente, la cortó en seco y se llevó al 10 al vestuario. Minutos después llegó el presidente Marcelo Calello al estadio y recibió los reproches de ambos futbolistas por el feo momento que les tocó atravesar. 

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El ex Boca no anduvo con vueltas en sus redes sociales: “No voy a permitir que los llamados barras vengan a apurarme o faltarme el respeto a mi lugar de trabajo. Hace ocho años defiendo esta camiseta como para que me vengan a explicar lo que es QAC. Respeto", tiró Caneo desde twitter.

A esta situación hay que agregarle la de los “bombazos en Santa Fé que recorrieron el mundo y que hicieron que el encuentro entre Colón y Vélez se suspenda en el primer tiempo. No hubo respuestas por el cómo hicieron estos “hinchas” para ingresar la pirotecnia pero si por el motivo: aunque el presidente, José Vignatti, lo niegue lo cierto es que en febrero los violentos habían apretado a los jugadores y a los dirigentes sabaleros  para pedirles plata para viajar a Venezuela, por la Sudamericana. El club los denunció y Seguridad reforzó la custodia en las prácticas y varios domicilios.

Sin embargo, en esta última semana, la barra volvió a aparecer para exigir dinero para ir al Mundial. “¿Si hubo un apriete? Absolutamente, no. No sé quiénes son. Si me pasan al lado mío, no los conozco. Los que lo hicieron no quieren al club”, dijo el presidente de Colón que pago casi 150 mil pesos por un operativo policial decadente.

Pero no sólo hubo papelón en la Superliga sino que también hubo barbarie en el Federal A donde Estudiantes de Río Cuarto y Central Córdoba empataban 2 a 2 por la segunda fecha del Pentagonal Final del Torneo Federal A.

Cuando se disputaban 47 minutos del segundo tiempo, hinchas locales invadieron el campo de juego y el árbitro del encuentro, Luis Lobo Medina, decidió suspenderlo. Una situación lamentable en donde los violentos volvieron a hacer de las suyas en una cancha de fútbol.

Estudiantes jugaba con diez hombres desde los 8 minutos del complemento debido a la expulsión de Maximiliano Zbrun. Ahora habrá que esperar el informe del árbitro y el fallo del Tribunal de Penas.

La pregunta del millón es si la AFA tomará cartas en el asunto y si los medios elegirán seguir  mirando para otro lado y hablar de las futuras convocatorias mientras la basura vuelve a brotar debajo de la alfombra.

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