Se llama Camilo Pérez Manrique, y es un estudiante fundador de la agrupación “Somos Libres” en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Con sus declaraciones provocó polémica tras su rechazo a la movilización por el no al veto del financiamiento universitario, donde decenas de miles de estudiantes se unieron para defender la educación universitaria pública.
Este joven colombiano, que se beneficia de un sistema educativo que permite a extranjeros estudiar sin costo, había expresado: “No vamos a participar de la marcha porque creemos que es una manifestación política en contra del Gobierno”, lo que desató críticas en redes sociales por su evidente contradicción.
Pérez Manrique, quien estudia en la UBA desde 2017, forma parte de un espacio político que cuestiona la gratuidad de la educación pública, señalando que “los fondos para la universidad no fueron reducidos” y que “la gente que estudia en la UBA no es la más pobre del país”.
En sus declaraciones, resaltó que un “docente titular gana muchísimo, cerca de los 2 millones de pesos”, lo que intenta justificar una postura que reniega de los subsidios estatales en el ámbito educativo.
REPUDIÓ LA MARCHA
Sin embargo, su rechazo a la movilización estudiantil se tornó irónico, considerando que él mismo se beneficia directamente del sistema que critica.
El núcleo del conflicto radica en que Pérez Manrique, como estudiante extranjero, accede a una educación superior gratuita, una oportunidad que no solo se ofrece a ciudadanos argentinos, sino también a aquellos que, como él, provienen de otros países.
Este sistema de gratuidad es defendido por muchos estudiantes como un pilar fundamental de la educación pública, promoviendo la inclusión y el acceso a oportunidades educativas independientemente del contexto económico de cada individuo. Mientras que oa paradoja se da porque quienes más despotrican contra esta situación son los que él mismo apoya desde su agrupación.
La postura de “Somos Libres” en contra de la gratuidad de la universidad choca frontalmente con la experiencia vivida por su propio fundador.
Algunos estudiantes expresaron que las afirmaciones de Pérez Manrique parecen ignorar la realidad de aquellos que luchan por acceder a una educación de calidad en un país donde las oportunidades son limitadas y que el colombiano aprovecha.
Al rechazar la posibilidad de que extranjeros estudien gratuitamente, su agrupación se enfrenta a la contradicción de que su líder, beneficiado por este mismo sistema, niega la legitimidad de su propia situación.
¿QUIÉN ES EL ESTUDIANTE COLOMBIANO?
La trayectoria de Pérez Manrique, quien llegó a Argentina en 2017 y trabajó en el Gabinete de la Secretaría de Desarrollo Ciudadano de la Vicejefatura de Gobierno de la Ciudad, le ha permitido observar de cerca las dinámicas políticas del país.
Sin embargo, su experiencia no parece haberle proporcionado una perspectiva más amplia sobre la importancia de la educación gratuita como herramienta de inclusión social. La falta de empatía hacia aquellos que, a diferencia de él, no cuentan con los mismos recursos y oportunidades es evidente en sus declaraciones.

