A Patricia Bullrich hasta la “tábula rasa”, aquella idea acuñada por Javier Milei para justificar el pacto político con la excandidata del PRO, la deja mal parada. Es que su derrotero de lado a lado del arco político y sus incontables contradicciones hace inconsistentes hasta las fórmulas mágicas.
A horas de la masiva marcha universitaria que significará una de las mayores protestas registradas contra la gestión libertaria, la actual ministra de Seguridad salió a despotricar contra el financiamiento de la educación superior y habló de “kioscos” en la universidad pública
“El Gobierno les dio el aumento de presupuesto e igual siguen con la marcha. Quiero que me muestren cómo gastan el dinero en las universidades”, lanzó Patricia Bullrich, en medio de los resquemores por la puesta en marcha del protocolo antipiquete en la movilización que reuna a miles de jóvenes estudiantes, junto a docentes y diferentes organizaciones sociales, políticas y sindicales que se plegarán a la convocatoria.
La foto de Patricia Bullrcih y Luis Petri con los rectores y en defensa de la universidad pública
En plena campaña electoral y hace apenas seis meses, Patricia Bullrich buscó maquillar un dato erróneo sobre la participación de estudiantes extranjeros en las universidades públicas- dijo que eran el 50% y apenas llegan al 4,1%- con una foto con rectores universitarios que le armaron sus por entonces socios de la UCR.
Junto a su compañero de fórmula presidencial, Luis Petri, hoy ministro de Defensa, la candidata a presidente de Juntos alzó las banderas de la “educación pública, gratuita y de calidad”.
“Necesitamos educación universitaria gratuita, calificada y preparada para enfrentar los desafíos del mundo que se viene. Hoy nos comprometimos a trabajar por eso con Luis Petri y 16 rectores de diferentes universidades del país, junto a Maximiliano Abad, Gustavo Valdés, Fabio Quetglas, Sabrina Ajmechet, Jaime Correas y Alberto Fohrig. Sin educación no tenemos futuro, sin educación no tenemos nada” decía.
En la misma línea, Luis Petri expresaba: “reafirmamos nuestro compromiso con la educación pública y la excelencia académica. Aprender más y aprender mejor es la llave para darle libertad a todos los jóvenes que quieren progresar y crecer en nuestro país” señalaba.
En apenas seis meses esos compromisos se evaporaron. Hoy, convertida en la más acérrima defensora de las posturas libertarias contra la desregulación y el achicamiento del Estado, Patricia Bullrich levanta los discursos que piden auditar a las universidades pese a que ya lo hacen, desde hace años organismos como la AGN y la SIGEN.