Un día como hoy del año 1946 se llevaba a cabo la elección en la cual Juan Domingo Perón se erigía como Presidente de la República por primera vez. Luego volvería a hacerlo en 1952 y 1973.
El matutino Clarín, por ese entonces de apenas 1 año desde su fundación a cargo de Roberto Noble, edita una tapa que a la distancia parece inconcebible.
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Más allá de continuar mostrando todavía su absoluto antiperonismo (ahora quizás habría que caracterizarlo como antikirchnerismo), no sería posible imaginar hoy que el día mismo de una elección su portada tuviera el nombre a 8 columnas de uno de los candidatos con su dibujo debajo, invitando a sus lectores sin ningún pudor a votar por él, en detrimento de su(s) oponente(s).
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De hecho, la veda electoral, que rige desde hace décadas en el código electoral pero en esa época no existía, lo impediría.
Algunos opinan que el periodismo se beneficiaría de ser abiertamente honesto a la hora de mostrar su favoritismo por un espacio político u otro, inclusive aunque fuese el día mismo de la elección, porque transparentaría desde que lugar se habla, sin “caretearla” con el verso de la “independencia”, pero de todas maneras, al observar una y otra vez aquella tapa de Clarín, impacta como ese diario ignoró el nombre de Perón y llamó a votar por Tamborini, su rival, que, a la postre, terminó siendo derrotado.
Sólo 4 meses habían transcurrido desde que Perón se erigiera en el personaje central de la política argentina el 17 de octubre del año anterior, con la multitudinaria y espontánea movilización a Plaza de Mayo, pidiendo su liberación del cautiverio al que estaba siendo sometido en la isla Martín García.
Los grupos mediáticos porteños, ligados a las oligarquías o, como era el caso de Clarín desde sus inicios, buscando cautivar a la creciente clase media, ya vislumbraban que con Perón ganando la elección pocos serían los logros económicos que alcanzarían para mantener sus históricos privilegios.
Y no se equivocaron.
Desde incluso aquella jornada de 24 de febrero de 1946 previo al acto electoral comenzaron a horadar desde sus páginas al gobierno electo democráticamente en las urnas gracias a los logros y el carisma de un personaje que, aunque controvertido, cambió para siempre la estructura política vigente hasta ese momento en el país.
Hoy sí puede hablarse de que se cumplen electoralmente 75 años de peronismo en la Argentina, aunque si se tomara el gobierno menemista como parte de esa fuerza, no llega a la mitad el tiempo que estuvo en el poder, tomando en cuenta los años de proscripción, las dictaduras y los gobiernos de otros signos políticos.
“El pueblo argentino tiene conciencia que al depositar hoy en las urnas las boletas de candidatos de la Unión Democrática vota por el mantenimiento de la Constitución y de las leyes básicas de la República, por el orden institucional, por el régimen de libertad, por la honrosa tradición argentina que arranca en la Revolución de Mayo, y qué ha permitido al país colocarse a la cabeza de sus hermanas de América, en lo que respecta a riqueza material, cultura y civilización”. Este es un extracto de la editorial de tapa de Clarín de ese día en donde se puede observar lo poco que se modificaron los términos que pregona como valores para el país y la visión que ya tenía de como debería ser el devenir político y económico de la nación.
Palabras como República, Instituciones, Civilización, Valores, sólo estarían garantizados de triunfar el binomio electoral de la Unión Democrática con Tamborini y Mosca, sus candidatos. Solamente ese triunfo reaseguraría a Argentina continuar mirando “por encima del hombro” al resto de los países de América Latina, a quiene califica como sus naciones hermanas (pero inferiores).
Luego el mismo día de esa elección, llama a no volver a “los tiempos de la montonera”, en clara alusión a las épocas del caudillo Juan Manuel de Rosas, y a “ser dignos de gozar de las simpatías de los libres del mundo”. Todas consignas que poco mutaron en los 75 años de antiperonismo, que también se cumplen hoy.
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