La herencia de María Eugenia Vidal detrás de la caída del Presupuesto
El Presupuesto bonaerense para 2025 quedó en veremos. Axel Kicillof se queda sin instrumentos para levantar la "herencia" de María Eugenia Vidal.
A cinco años de haber dejado el poder -y la Provincia- María Eugenia Vidal sigue siendo protagonista pasiva de la actualidad bonaerense. Su nombre volvió a sonar con la caída de la Ley de Presupuesto y la Impositiva para 2025.
Sin esas herramientas, el gobierno de Axel Kicillof se las verá negras para gestionar en un contexto adverso desde lo económico y desde lo político. La motosierra de Javier Milei tiene a Buenos Aires como objetivo primario y los recursos no abundan para afrontar las consecuencias económicas y sociales que provoca.
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Es que en la ley de Presupuesto, Kicillof incluyó un pedido de autorización a la Legislatura para contraer deuda por 1.045 millones de dólares -"en pesos o en otras monedas", que se destinarán a "la cancelación y/o renegociación de deudas financieras y/o judiciales no previsionales".
Lo dijo el propio Kicillof: "Lo que pedíamos es que nos autorizaran a tomar deuda solo para refinanciar los vencimientos de este año. No se trataba de tomar nueva deuda, sino de cubrir los vencimientos que vienen de la época de María Eugenia Vidal". No podrá ser, al menos por ahora.
La sombra de María Eugenia Vidal
Como se sabe, María Eugenia Vidal cambió en 4 años de gestión el volumen y el perfil de la deuda bonaerense. La Provincia debía a su llegada el equivalente a 9.400 millones de dólares, es cierto, pero era deuda nominada en peso y mayormente con acreedores locales.
Con la ayuda inestimable de una parte del peronismo -los intendentes que dieron "gobernabilidad"- Vidal logró autorización y colocó deuda en dólares, con vencimientos cortos que hicieron que la Provincia camine al borde del default en los primeros meses de 2019.
Kicillof y su ministro de Economía, Pablo López, renegociaron con los acreedores y lograron que Buenos Aires evite pagar 1.500 millones de dólares por año en vencimientos para lograr cifras más amigables: de aquí a 2030 pagará alrededor de 700 millones. El proyecto de ley que la Legislatura puso en el freezer contemplaba 955 mil millones de pesos para servicios de deuda.
No es tan fácil tomar deuda
Endeudar a la provincia de Buenos Aires no es tan fácil. Primero hay que convencer a una mayoría especial de diputados y senadores. Dos de cada tres legisladores deben levantar la mano, y ese es solo el primer paso.
En la discusión de este año, se planteó que parte del financiamiento que se obtenga derrame a los municipios. A Kicillof no lo convenció esa idea. Explicaría parcialmente por qué no se aprobó.
Pero una vez conseguido el aval legislativo, la pelota rueda a los pies del ministro de Economía, Luis Caputo, "El Messi de las finanzas". A pesar de su afición por endeudar, a "Toto" no suelen conmoverlo los pedidos bonaerenses: prefiere ponerla bajo la suela y enfriar las decisiones, complicando más los planes de Kicillof. Como ocurre con la obra pública, las transferencias no automáticas, los fondos para educación y desarrollo social y tantos otros.
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