La Nación Más da los últimos estertores al propiciar a sus candidatos

Durante el fin de semana largo lo anticipó la accionista del diario La Nación, Esmeralda Mitre, en un reportaje por América, en el que explicó como era la relación económica entre el grupo mediático que lideran sus enemigos (y primos) los hermanos Saguier, junto a Mauricio Macri.

Y la pantalla devuelve, por estas horas preelectorales, exactamente lo que la hija de Bartolomé adelantó. Es decir que ante el inicio del fin del ciclo de "vacas gordas", inaugurado en 2021 por el ex presidente de Juntos por el Cambio, las caras visibles de esa señal partidaria de noticias, empiezan a mostrar su desesperación ante la posibilidad de que el "caballo del comisario" que los protege, es decir Patricia Bullrich, quede afuera del ballotage, y tengan que conformarse (y apoyar) al premio consuelo, Javier Milei, en quien Macri también ya depositó unas "fichas", por si las moscas.

Quizás por eso no les tiembla el pulso (ni las cuerdas vocales) para mentir y engañar descaradamente a su audiencia "cautiva", y así profundizar el odio que les producen las medidas que está tomando desde hace meses el Ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa.

JUEGAN, DESEMBOZADOS, PARA SUS "JEFES"

Esta vez fue el turno del periodista cordobés Pablo Rossi, quien desaforada y desbocadamente, acusó al Ministro de Transporte Diego Giuliano de "deshonesto, desvergonzado y perverso" a causa de las declaraciones radiales en las que expresó que quienes comulgan con las ideas de Javier Milei y de Patricia Bullrich, deberían darse de baja de los subsidios al transporte, para ser coherentes con los postulados de sus candidatos.

Sin embargo Rossi, en "yunta" con el periodista Paulino Rodrigues, se "manijeaban" para insultar al funcionario del gobierno en el área transporte por sus declaraciones, pero dando a entender que desde el estado se le quitarían los subsidios prácticamente de modo compulsivo a quienes no abrevaran en las filas de Sergio Massa.

Esta tergiversación implícita era claramente una manipulación para que se malinterpretaran las palabras de Giuliano en relación a la chance que ahora otorgó el gobierno de voluntariamente renunciar al subsidio al transporte, al igual que, como desde hace meses, se puede hacer con la energía, ya sea eléctrica o gasífera.

El hecho de generar confusión en la audiencia por parte de Paulo Rossi y Paulino Rodrígues no es inocente, ni se trata de alguna equivocación de interpretación. Simplemente es una zancadilla semántica para dejar en la nebulosa la posibilidad de que los televidentes entiendan que se está discriminando al ciudadano en cuanto al subsidio, de acuerdo a sus preferencias electorales.

El comentario de Giuliano claramente iba destinado a subrayar cual será el precio del transporte si, como propician las plataformas de Milei y Bullrich, se deja de subsidiar el costo del colectivo y el tren en las áreas del AMBA. En cuanto a la renuncia a ese beneficio sus palabras sólo buscaron afirmar la contradicción de quienes se quejan de la existencia de ese subsidio, pero no dudan en seguir disfrutando y beneficiándose de él.