Eduardo Wado de Pedro, uno de los hombres más cercanos a Cristina Kirchner, intensificó su crítica hacia Axel Kicillof en medio de las crecientes tensiones internas en el Partido Justicialista (PJ). En una entrevista reciente, el exministro del Interior expresó su desconcierto y dolor por la falta de apoyo visible del gobernador bonaerense hacia la vicepresidenta, un tema que ha generado malestar en el núcleo duro del kirchnerismo. “A mí me deja con desconcierto. Si me preguntas por qué pasa esto, no lo sé. No lo puedo entender”, comentó De Pedro al referirse a la actitud de Kicillof, mostrando una decepción que se ha vuelto más explícita en los últimos días.
El malestar de De Pedro quedó aún más patente en Avellaneda, territorio de Jorge Ferraresi, exaliado kirchnerista y actual figura cercana a Kicillof. Allí, el senador cristinista apuntó contra quienes, según él, eligen “mirar para otro lado” en vez de defender a Cristina Kirchner en momentos de tensión política. “No me da rabia, siento un dolor que no lo puedo expresar”, confesó De Pedro en su discurso, dejando ver su preocupación por los “oportunistas” que, según sus palabras, optaron por tomar distancia.
¿Perdonará el cristinismo a Kicillof?
El distanciamiento de Kicillof no pasó desapercibido en el kirchnerismo, donde otras figuras también han expresado su inquietud. Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti fueron algunos de los primeros en señalar el “silencio” de Kicillof como un problema en los días previos al cierre de listas. Fernández Sagasti, especialmente, describió el “dolor” que le provoca esta situación, en un reflejo de las emociones que dividen al espacio. Por su parte, Máximo Kirchner recordó que su madre ha tenido una “debilidad” especial por Kicillof y comentó que no considera correcto que el gobernador se aleje en momentos críticos, ya que deberían primar las razones políticas.
Incluso la propia Cristina Kirchner aludió a la falta de apoyo desde su sector en un acto reciente organizado por el SMATA, donde mencionó a los “Poncio Pilatos y los Judas” del peronismo, en una clara crítica hacia quienes han decidido apartarse de la defensa de su liderazgo. Los dirigentes presentes interpretaron estas palabras como una referencia directa a Kicillof, quien en los últimos tiempos parece cada vez más distanciado de la conducción de la vicepresidenta.
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La lista de CFK, la única habilitada
Mientras tanto, la jueza María Servini intervino en la disputa interna del PJ, rechazando los planteos del gobernador riojano Ricardo Quintela y avalando solo la lista encabezada por Cristina Kirchner. Allegados a Kicillof hicieron saber su apoyo a esta decisión judicial, en un intento por reducir las tensiones que han marcado la vida interna del partido en las últimas semanas.
Las elecciones en el PJ, programadas para el 17 de noviembre, probablemente no se lleven a cabo, ya que, al contar con una única lista habilitada, no sería necesaria una votación formal. De confirmarse este escenario, Cristina Kirchner asumiría la presidencia del PJ, consolidando su liderazgo en el partido. Aunque se anticipa una relación menos conflictiva con otros dirigentes, como Quintela, el vínculo con Kicillof sigue siendo un punto incierto en la interna peronista.
