Imporbamas es una empresa textil de Lomas del Mirador, partido de La Matanza, que adeció las políticas de apertura de importaciones del ciclo 2015-2019. Desde el cambio de Gobierno, produce cada vez más, invierte para crecer y vende jeans a supermercados y grandes tiendas.
La política es eso que pasa mientras una empresa está creciendo… o bien está a punto de cerrar. Los planes de Gobierno afectan directamente a los sectores productivos y el cambio de rumbo económico registrado a partir de la derrota del macrismo en 2019 fue una noticia más que positiva para las PyMEs industriales. No es lo mismo un Gobierno que alienta las importaciones y le suelta la mano a los que producen que un Gobierno que incentiva la producción y brinda financiamiento y herramientas de respaldo a la industria nacional.
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Eso se siente en todo el país y en particular, en la provincia de Buenos Aires, motor manufacturero y productivo de la economía argentina. Un ejemplo de este fenómeno de cambio de época puede percibirse, con datos concretos, en la empresa Imporbamas S.A., una PyME textil bonaerense radicada en Lomas del Mirador que se vio severamente afectada durante el gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, cuando la apertura descontrolada a las importaciones hizo que los supermercados dejaran de comprarle su producción de jeans y otras prendas de vestir.
“Fui reduciendo mi planta, el consejo que me daban las autoridades era que me reconvirtiera, que dejara de fabricar y empezara a importar. Tuve que bajar de 120 a 43 empleados durante el macrismo”, recuerda Marcelo Finkelstein, presidente de Imporbamas. “Para peor, si vos permitís importar, ni siquiera los precios bajan, sino que los vendedores tienen más margen de ganancia”, agrega.
En el ciclo 2015-2019, Imporbamas se sostuvo como pudo, perdió a sus principales clientes y quedó virtualmente arruinada, en un contexto de importaciones sin control, tarifazos en los servicios y tasas de interés para el descuento de cheques, combinación que resultaba letal para las empresas industriales. En las góndolas de ropa de los grandes supermercados hace falta mercadería para vender y si el Estado no administra la importación, en vez de comprársela a productores locales, la traen importada.
Sin embargo, tras las elecciones de 2019, el clima se modificó radicalmente para Imporbamas y para tantas otras PyMEs bonaerenses del sector industrial. “Con el nuevo gobierno, ya desde fines de 2019, con el cierre de las importaciones y la protección a la producción local, inmediatamente todas las cadenas volvieron a comprarme”, subraya el titular de Imporbamas. “Mi fabricación casi se cuadruplicó y eso que la pandemia en un momento frenó un poco las cosas”, agrega.
La decisión política de cierre de importaciones permitió que la textil de Lomas del Mirador pudiera recuperar clientes de envergadura, como las grandes tiendas o las cadenas de supermercados. Y el proceso se vio acompañado de líneas de financiamiento para respaldar el crecimiento y la inversión. “En 2021 obtuvimos un crédito con tasa subsidiada de FOGABA, dependiente del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia, que nos permitió renovar maquinaria con tecnología para bajar la contaminación, utilizar menos agua y reducir el impacto ambiental”, cuenta Finkelstein. “Y en 2022, con otro crédito con garantía de FOGABA, pudimos comprar un robot de corte y ampliar nuestra planta en 1000 metros cuadrados”, añade.
Este contexto de apoyo a la industria local no sólo significó volver a producir, sino también generar empleo. Desde 2019, Imporbamas volvió a incorporar nuevos empleados y empleadas y hoy está cerca de volver a las 120 trabajadoras y trabajadores que tenía antes del macrismo. Ahora proyecta exportar a Brasil y, para agosto, planea contar con maquinaria china que le permitirá crear 35 nuevos puestos de trabajo. Un claro ejemplo de cómo las políticas dispuestas desde el Estado afectan directamente a las PyMEs, a su producción y a sus puestos de trabajo.
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