El intendente del partido bonaerense de General Pueyrredรณn, Guillermo Montenegro, estรก dando un viraje significativo en su estrategia polรญtica, adoptando un discurso aรบn mรกs confrontativo y polarizante que busca posicionarlo como un lรญder de mano dura dispuesto a enfrentarse a quienes considera โlos enemigos de la gente de bienโ.
Utilizando las redes sociales como principal herramienta de difusiรณn, Montenegro intensificรณ sus mensajes en defensa de los vecinos โque se levantan a las 6 de la maรฑana a trabajarโ, mientras arremete contra sectores crรญticos, a quienes asocia con la defensa de vagos, delincuentes y desรณrdenes sociales.
Este nuevo perfil, mรกs agresivo y provocador, apunta a fortalecer su base de votantes conservadores y proyectar la imagen de un intendente que no teme usar el poder del Estado para mantener el orden.
Un spot lleno de armas
En este marco, Montenegro presentรณ esta semana un polรฉmico plan de seguridad que incluye la adquisiciรณn de 30 armas cortas y 15 rifles de asalto no letales para el personal de la Patrulla Municipal.
El รบltimo spot del intendente de General Pueyrredรณn, Guillermo Montenegro, mostrรกndose como “un duro” que compra armas y al que no le importan las crรญticas
Las armas, que comenzarรกn a utilizarse en enero, fueron calificadas por el intendente como โherramientas necesarias para combatir a los violentosโ.
Durante la demostraciรณn realizada en el Centro de Operaciones y Monitoreo, Montenegro subrayรณ que no permitirรก alteraciones al orden pรบblico, afirmando: โMe importa tres carajos lo que opinen desde atrรกs del escritorio los que siempre defendieron a los violentos por sobre los vecinosโ.
Este lenguaje, deliberadamente provocador, refuerza su narrativa de confrontaciรณn y promete generar controversia en plena temporada turรญstica.
Guillermo Montenegro criminaliza la pobreza y polariza discurso
El endurecimiento del discurso de Montenegro no se limita a las armas. Hace apenas una semana, difundiรณ videos en los que mostraba cรณmo indigentes eran desalojados por la policรญa de espacios pรบblicos, presentando estas acciones como logros de gestiรณn.
Con frases como โlimpiar las callesโ y โrecuperar los espacios para la gente de bienโ, el intendente deja en claro que busca diferenciar a los sectores productivos y trabajadores de aquellos que considera una carga para la sociedad.
Este lenguaje, similar al utilizado por figuras del libertarismo como los trolls de Javier Milei, sostiene el relato que criminaliza la pobreza y glorifica el orden a cualquier costo. La frase โhay normas que hay que respetar, y el que no las respeta va a tener sus consecuenciasโ, pronunciada durante la presentaciรณn de las armas, resume la lรณgica detrรกs de su propuesta: un gobierno que busca hacer eje en la seguridad de los โvecinos comunesโ por encima de cualquier crรญtica que pueda surgir desde sectores progresistas o defensores de los derechos humanos, mostrando un paralelo al giro soez de los libertarios cuando dicen: “Me chupa la pij* la opiniรณn de los kukas”.
Una estrategia en seguridad para electorado conservador
Con esta nueva estrategia, Montenegro apunta claramente a afianzar su relaciรณn con votantes conservadores y desencantados, quienes celebran sus medidas como un acto de valentรญa frente a un contexto social que perciben como desbordado.
No obstante, estas decisiones tambiรฉn generan crรญticas por la falta de sensibilidad hacia problemรกticas sociales complejas como la indigencia y la marginalidad.
El intendente no esconde que su prioridad es proyectar una imagen de fuerza y determinaciรณn. Su frase โvoy a usar todas las herramientas que tenga a mi alcanceโ no solo se refiere a las armas no letales, sino a su intenciรณn de posicionarse como un dirigente dispuesto a imponer el orden, incluso si esto implica confrontar a los sectores mรกs vulnerables.
La implementaciรณn de estas armas en plena temporada de verano serรก una prueba de su efectividad, y tambiรฉn de la recepciรณn que tendrรก este endurecimiento discursivo entre la ciudadanรญa.
En un contexto de tensiones sociales crecientes, Guillermo Montenegro apuesta a consolidarse como el referente del orden y la seguridad en Mar del Plata, aunque el costo polรญtico y social de esta estrategia aรบn estรก por verse, y aunque sus spots en redes lo hagan ver ridรญculo y previsible.