En los próximos días, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer los números oficiales de la inflación de diciembre, que se estima estará entre el 2,5% y el 2,9%. Sin embargo, en el conurbano bonaerense, los precios de los alimentos y productos esenciales ya marcaron un incremento mucho mayor durante el mismo mes, revelando una preocupante diferencia con las proyecciones nacionales y exponiendo aún más las dificultades que atraviesan los sectores más vulnerables del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
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Según un informe del Instituto de Investigación Social, Política y Económica Ciudadana (Isepci), los precios en los comercios de cercanía de los barrios populares del conurbano aumentaron un 5,09% en diciembre, el doble de lo que estiman las consultoras para la inflación general.
Además, la Canasta Básica Total (CBT), que incluye algunos servicios esenciales, mostró un alza del 5,54%. Estas cifras dan cuenta de una desconexión alarmante entre la inflación medida en los grandes centros de compra y la que experimentan los vecinos de los barrios menos favorecidos de la provincia.
Mientras que en los supermercados y autoservicios mayoristas, los aumentos en los precios suelen estar más controlados, en los pequeños comercios de los barrios vulnerables la situación es más compleja. La brecha de precios entre ambos sectores es cada vez más amplia y afecta especialmente a los sectores más vulnerables, que muchas veces no tienen la posibilidad de trasladarse a los grandes supermercados para acceder a precios más bajos. Para ellos, los almacenes de barrio son la única opción, pero con precios considerablemente más altos.
LA DESPROPORCIONAL INFLACIÓN DE LA CARNE
Uno de los productos que más aumentó en el mes de diciembre fue la carne, cuyo precio subió un alarmante 20,90%. Este incremento fue clave para que los precios de la Canasta Básica y los productos alimenticios en general se dispararan.
El asado, la carnaza, la carne picada y el pollo, entre otros cortes, vieron aumentos de hasta el 35,7% en solo un mes, lo que contrarrestó las bajas mínimas en otros productos como frutas y verduras.
La diferencia entre la inflación general y la que experimentan los habitantes del conurbano bonaerense es más que evidente. Una familia tipo de cuatro integrantes que en noviembre necesitaba $416.599,8 para cubrir sus necesidades básicas de alimentos, tuvo que destinar en diciembre $437.787,4, lo que representa un aumento de más de $30.000.
El informe también subraya cómo ciertos productos de consumo masivo, como el dulce de leche, las galletitas saladas, la manteca, las frutas y verduras, entre otros, registraron subas de más del 200% en los últimos trece meses de gestión del gobierno de Javier Milei. Este aumento disparado de los precios no solo afecta a los hogares más vulnerables, sino que también pone en evidencia la desconexión entre las políticas económicas nacionales y la realidad cotidiana de los habitantes del conurbano.
Desde que asumió este gobierno trece meses atrás los productos de almacén subieron 147%, los cortes de carne 136,5%, las frutas y verduras 124,9%
LOS POBRES MÁS POBRES
La brecha de precios y la alta inflación en los barrios más pobres del conurbano son una muestra de una economía que, a pesar de los intentos de estabilización del gobierno, sigue siendo inalcanzable para los sectores de menores recursos.
Mientras el gobierno nacional continúa con su discurso de control de precios, la situación de los ciudadanos del conurbano es cada vez más difícil, y la diferencia entre la inflación nacional y la que enfrentan a diario los más pobres se profundiza.
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