Cuando se cumplen cinco meses desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania que impactó a escala global, este viernes se llevó a cabo un significativo paso adelante para aliviar la crisis alimentaria que la ONU alerta desde febrero. Los gobiernos de Kiev y Moscú sellaron un pacto para abrir un corredor en el mar Negro por el que el país de Volodimir Zelenski podrá comercializar sus más de 22 millones de toneladas de granos retenidos en sus puertos.
El acuerdo se cerró con la intermediación de la ONU y de Turquía, quienes supervisarán el tratado alcanzado con la inspección de los barcos que entren y salgan de los puertos ucranianos, a la vez que escoltarán a los mismos a lo largo del corredor marítimo. “Esto significará aire fresco para muchos países”, expresó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre las exportaciones que comenzarán a fluir.
TE PUEDE INTERESAR
De esta forma, se espera que los productos que vende Ucrania -proveedora mundial del 10% del trigo, 16% del maíz y cerca del 50% del aceite de girasol- empiecen a bajar sus precios, que desde el estallido de la guerra han presentado récords históricos. De hecho, tras el anuncio del acuerdo dado a conocer hoy a las 11 horas de Argentina, el valor internacional del trigo cayó a niveles mínimos de este año, previos a la invasión rusa.
Frente a este panorama de caída de la curva de los precios internacionales de las commodities, que ya ocurría desde hace algunas semanas, en el Gobierno nacional especulan con la posibilidad de que el campo argentino acelere la liquidación de divisas, de vital importancia en el marco de la crisis cambiaria.
En ese sentido, el presidente Alberto Fernández dio un fuerte discurso este viernes, en el que aseguró que “no le van a torcer el brazo” ante las presiones devaluatorios y frente al “desafío de enfrentar a los que especulan con el dólar y a los que guardan 20 mil millones de dólares en el campo y no los liquidan esperando una mejor rentabilidad”.
Por su parte, desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) salieron a responder las declaraciones del presidente, y afirmaron que “los productores no retienen soja ni granos, simplemente escalonan ventas a lo largo de los meses para financiar sus propios gastos a lo largo del año”, un argumento que compartió el propio ministro de Agricultura nacional, Julián Domínguez, hace escasas semanas.
A la vez que manifestaron que “ya liquidaron toda la cosecha récord de trigo, y casi toda la de maíz. Tampoco tienen USD 20.000 millones retenidos. No habría manera, porque no son los ingresos totales de los productores en un año calendario”.
En medio de la vorágine de la crisis cambiaria, incluso en el día de ayer la señal de noticias TN diseminó un rumor que indicaba que las autoridades nacionales evaluaban lanzar un tipo de cambio exclusivo para los productores agropecuarios con un aumento del 40% sobre el dólar oficial, lo cual debió ser rápidamente desmentido por el Gobierno nacional.
La ministra de Economía, Silvina Batakis, defendió al inicio de su gestión el tipo de cambio actual en base, justamente, a la proyección del volumen de exportaciones que este año tendría Argentina a razón de los 90 mil millones de dólares. Si bien el mes pasado prendió las alarmas en tanto que la balanza comercial resultó deficitaria por primera vez en varios meses, desde el Gobierno explicaron que se debió esencialmente a las importaciones de energía, por lo que sostienen el valor del dólar oficial.
TE PUEDE INTERESAR