El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inauguró el ciclo lectivo del nivel secundario con un acto en Castelli. Fue para inaugurar el nuevo edificio de la escuela 1, una obra que empezó hace una década y quedó paralizada en varias oportunidades.
Según cifras oficiales, este lunes empiezan las clases 1,7 millones de estudiantes secundarios bonaerenses. Este universo asiste a unas 4700 escuelas diseminadas por todo el territorio bonaerense. “Y tenemos 50 más para inaugurar, en un tiempo donde hay un Estado municipal y un Estado provincial, no más”, contó Alberto Sileoni, el director general de Cultura y Educación bonaerense, durante el acto.
A su turno, Kicillof destacó que, a diferencia de lo que pasó a nivel nacional, en la provincia de Buenos Aires las clases empezaron en tiempo y forma. “Para mí es un orgullo poder decir que en toda la Provincia, por sexto año consecutivo, desde que asumimos, las clases empiezan el primer día de clases. No pasaba“, expresó.
El edificio inaugurado viene de un trajín de una década. El primer paso se dio en 2013 cuando Trenes Argentinos cedió los terrenos para emplazar la escuela. Las obras comenzaron en 2015 y al año siguiente, cambio de gobierno mediante, se frenaron.
“En ese momento Alberto (Sileoni) era el ministro de Educación y yo de Economía. Hicimos muchísimas escuelas y luego cambió el gobierno. Vino uno de motosierra, el de (Mauricio) Macri y de (María Eugenia) Vidal. No fue cero obra pública, pero fue poca, menos y después parar todo”, recordó Kicillof durante el acto.
En 2021, plena pandemia del Covid-19, la Municipalidad y el gobierno bonaerense pudieron retomar las obras y este lunes, 10 años después de que empezara la construcción, abrió sus puertas. “Lo de Bahía Blanca nos tiene preocupados y trabajando, pero quería estar hoy acá porque esta escuela es el resultado de una lucha y del esfuerzo de un pueblo”, afirmó el mandatario.
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De cara a octubre, la mesa política bonaerense quiere dejar de lado la idea del todo o nada y recuperar un mensaje de la recompensa final detrás del sacrificio.
Se trata de un edificio de dos plantas y doce aulas en total. Abajo tiene cuatro salones, sala de preceptores, dirección, secretaría y biblioteca. En el piso de arriba hay 8 salones más.
