Luego de cerrar las negociaciones paritarias de la Provincia, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, cargó las tintas contra el gobierno nacional de Javier Milei. Es que, según trascendidos, la intención del libertario es no avalar aumentos salariales por encima del 2 por ciento a partir de octubre. Polémica en puerta.
En medio de tensiones con gremios universitarios, docentes y estatales, desde Casa Rosada se filtró la información de que a partir de octubre pisarán también los salarios del sector privado. Según publicó el portal Bae Negocios, la intención es ponerle un techo a las paritarias y no homologar ningún acuerdo que incluya aumentos del 2 por ciento mensual.
Kicillof se hizo eco de esta publicación y cuestionó duramente a la administración libertaria. “Liberan el precio de los alimentos, de los remedios, del combustible, aplican tarifazo y boletazo… pero los liberales libertarios controlan, regulan y reprimen los aumentos salariales“, consignó. A esto le sumó que pretenden “vetar el aumento a jubilados” votado en el Congreso.
Para Kicillof, esta política “no es teoría económica, es la defensa de los intereses concentrados y los poderosos”. “No es ajuste, es transferencia de los sectores medios, trabajadores y vulnerables a unos pocos bolsillos de millonarios y corporaciones“, remarcó.
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La crítica del gobernador provincial tiene que ver con los argumentos detrás del techo paritario. El propio Milei dijo hace unos días que pretende bajar la inflación al 2 por ciento en los próximos meses. Entendiendo a los sueldos como un precio más de la economía, que no suban más allá de los dos puntos serviría para contener la inflación.
Por fuera de la postura de Kicillof, habrá que ver cómo reaccionan los sindicatos a este límite. El antecedente más cercano no es muy alentador para Milei: fue en abril y tuvo como protagonista a Camioneros, el gremio que conduce Pablo Moyano.
