Mientras penden de un hilo

Aseguran que las jubilaciones de “amas de casa” empoderaron a las mujeres dentro el hogar

El CEDLA elaboró un informe en el que detalla el sorprendente incremento del poder de negociación de la mujer como también el aumento en la probabilidad de divorcio de aquellas beneficiadas por la reforma lo que revela el nivel de dependencia que sufren quienes no tienen fuente propia de ingresos.

Mientras el gobierno se debate la continuidad de las jubilaciones por moratoria, o más conocida como “jubilaciones de amas de casa”, un estudio del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata reveló que el beneficio logró modificar las configuraciones de poder dentro del seno familiar de cada hogar.

Según el documento, “fue capaz de alterar tanto la estabilidad marital como el poder de negociación de las mujeres en el interior del hogar”, y sigue: “el aumento en la renta permanente de las mujeres provocó un incremento estadísticamente significativo en la probabilidad de divorcio/separación de 2,6 puntos porcentuales para las cohortes de mujeres afectadas”.

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Se trata de un efecto considerable dado que solamente el 14% de estas mujeres estaban separadas o divorciadas antes de la reforma. Este impacto agregado, sin embargo, esconde comportamientos muy diferentes entre mujeres con distinto nivel educativo.

Así, explica el CEDLA, mientras que las mujeres con alto nivel de escolaridad incrementan la probabilidad de separarse/divorciarse en 5,6 puntos porcentuales, las de bajo nivel de escolaridad optan por mantenerse en pareja pero ganan poder de negociación dentro del hogar.

Ahora bien, entre las mujeres de menor nivel educativo, “la ganancia de poder de negociación se refleja en una reducción significativa (7 puntos porcentuales) en la probabilidad de ser la única persona del hogar en ocuparse de las tareas domésticas, con un simultáneo incremento en 6 puntos porcentuales de la participación de sus parejas en esas mismas tareas”.

Como conclusión, el informe manifiesta que el aumento del aporte de las mujeres al ingreso del hogar incrementa su poder de negociación intrahogar y modifica comportamientos. A la vez, el sorprendente aumento en la probabilidad de separación/divorcio de las mujeres beneficiadas por la reforma revela el alto nivel de dependencia que sufren muchas mujeres mayores por carecer de una fuente propia de ingresos.

Cabe recordar que las moratorias previsionales que abrieron durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que permitieron que más de tres millones de personas accedieran a una jubilación mínima, finalizan el próximo 23 de julio. El mecanismo es más conocido como la "ley de jubilaciones de amas de casa" porque si bien la medida aplica para ambos sexos, las mujeres son quienes se vieron más favorecidas por la medida.

Atendiendo a las órdenes del Fondo Monetario Internacional que, como era de esperarse, presiona para que se ajusten todas y cada una de las variables de la economía argentina, se pondría fin a la moratoria para quienes no cuentan con 30 años de aportes. Fin a una moratoria a la que accedieron más del 86 por ciento de las mujeres.

La decisión del gobierno la comunicó el titular de ANSES, Emilio Basavilbaso, quien resaltó la necesidad de contar con una nueva ley que contemple un “haber mínimo lo más universal posible”, esto es, reducir el valor de las jubilaciones mínimas a un importe más bajo.

La primera alternativa para los mayores de 65 años que nunca generaron aportes, ante la no renovación del mecanismo jubilatorio es inscribirse en la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Sin dudas un trámite simple para aquellos que lo quieran obtener, sin embargo, su monto es menor al salario mínimo y corresponde sólo a un 80 por ciento de una jubilación mínima. Por lo que pierden un 20 por ciento.

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