Alejandro Broitman, abogado de la DAIA: "Se está utilizando el discurso del odio en política"
En 2018, un grupo de jóvenes neonazis de Mar del Plata fue condenado a penas de entre 4 y 9 años de prisión, por delitos que "incitan al odio" y "generaron un envenenamiento del clima social", según resolvió el Tribunal Oral Federal de esa ciudad.
El Tribunal, a cargo de Roberto Falcone, evaluó los ataque contra minorías que realizaron entre 2013 y 2016, y concluyó que “los delitos perpetrados por los acusados incitan al odio, a la hostilidad, a la discriminación, a la violencia, todos sentimientos destructivos del orden social y democrático”.
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Se trató de la primera vez que un juzgado falló contra el conjunto de los jóvenes, por entender que se trató de una organización que intentó imponer sus ideas por la fuerza, y la sola pertenencia al grupo se encuentra tipificada en el Código Penal Argentino.
A lo largo del juicio, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) tuvo un rol preponderante para desarmar la connivencia que mantenían el abogado defensor de neonazis con el fiscal acusador, Juan Manuel Pettigiani, quien buscó mostrar los hechos como una mera escaramuza de tribus urbanas.
Frente a la aparición de diversos grupos radicalizados que se encuentran en conexión con los autores materiales del atentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como Revolución Federal que llevó una guillotina a Plaza de Mayo bajo la consigna de "Todxs presos, muertos o exiliados”, INFOCIELO dialogó con Alejandro Broitman, abogado querellante de la DAIA en el caso de los neonazis de Mar del Plata, a fin de dilucidar si el "histórico" fallo comprende un antecedente aplicable en la actualidad.
Además, consultó a Broitman sobre la posición de la DAIA respecto del atentado de la vicepresidenta, y acerca del debate en torno a los discursos de odio que la delegación israelita calificó que "nada tienen que ver con opiniones políticas".
-¿Cómo llega a ser querellante de la causa?
-Estaba a cargo del departamento jurídico de la DAIA. Se había comenzado una investigación en Mar del Plata respecto de un grupo de personas que había perpetrado ataques en un boliche de gente gay, y se efectuaron varias denuncias siempre del mismo grupo de gente. Toma intervención un grupo de La Alameda y nos informan a la DAIA que había un grupo de neonazis que estaban asediando en Mar del Plata, y promoviendo temor en la ciudadanía.
Allí tomamos contacto con la instrucción, y cuando el juzgado decide elevarlo a juicio, nos presentamos nosotros y empezamos a interiorizarnos de la situación. Hubo una evaluación si nos constituíamos en querellantes o no, hasta que entendimos que era muy necesario para la sociedad marplatense. Y llegó el juicio.
Había versiones de que la DAIA no se iba a presentar y se caía el juicio, eso fue una estrategia, no dijimos nada hasta último momento; fue un acto sorpresivo para desubicar a los defensores, porque tenían una colaboración muy estrecha con el fiscal, que decía que eran solamente unos grupos de músicos que tenían una ideología de derecha, y nada más, que se reunían para cantar. En definitiva, el fiscal prácticamente no quería acusar.
-¿Sigue formando parte de la DAIA?
-En estos momentos no, soy un asesor. Mi institución es una de las instituciones que conforman a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas.
-Cuando el juez Falcone acepta a la DAIA como querellante, ¿cuál fue el fundamento?
-El fundamento es que la DAIA está para combatir todo el anti-semitismo y todo odio contra todo grupo de personas minoritario. Entonces, el objeto social de la DAIA permite representar a todos esos grupos minoritarios, y por eso el Tribunal acepta a la DAIA como querellante.
-El juicio llegó a buen puerto, lograron siete condenas. ¿Cuál fue el fallo de esas condenas que lo hace histórico?
-Es un hecho histórico a nivel mundial, porque es la primera vez que se condena a una agrupación neonazi tendiente a instalar su ideología por la fuerza, con el agravante de la Ley Antidiscriminatoria. Porque era una agrupación neonazi.
En Núremberg se juzgó a jerarcas nazis y a nazis, pero no como una institución, no como una agrupación. Esta es la primera vez que se condena a integrantes de una agrupación como tal, que era "Bandera Vecinal".
-¿Cuáles son las figuras del Código Penal que permiten este tipo de condenas?
-El artículo 213bis, que reza lo siguiente: Será reprimido con reclusión o prisión de tres a ocho años el que organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin estar comprendidas en el artículo 210 de este código, tuvieren por objeto principal o accesorios imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la asociación.
-Para usted había más actores de esa organización que no estuvieron sentados en el banquillo de los acusados. ¿Por qué?
-Carlos Pampillón, era el suegro de Alan Olea, uno de los condenados, que fue quien entrenaba al grupo de choque este, y que le sirvió de grupo de choque a Alejandro Biondini para algunas movilizaciones, porque Carlos Pampillón era el organizador.
En su momento Pampillón fue llamado al estrado y el fiscal actuante parecía un defensor más que los defensores. El Dr. Falcone fue sumamente duro con la postura de Pettigiani, y le da una clase magistral de co-autoría, diciéndole que para nada analizó como debería haber analizado el tema de la co-autoría respecto de los imputados y de los condenados.
Pettigiani sostenía que esto no era una agrupación tendiente a imponer su ideología por la fuerza, sino solo un grupo de música que hace algo cultural, cuando fueron a atacar gente en una plaza de Mar del Plata con caños rellenos de cemento, han quebrado huesos, desfigurado a personas, atacado a mujeres.
-Respecto del atentado a la vicepresidenta, se están conociendo distintos grupos, como el de Revolución Federal, que tienen expresiones violentas. La Revista Anfibia publicó un artículo en el que uno de sus fundadores, Jonnathan Morel, asegura que sus acciones como llevar una guillotina a Plaza de Mayo y poner carteles como "Todos presos, muertos o exiliados", tienen por objetivo de que los kirchneristas "tengan miedo de ser kirchnerista". Más allá de la ligazón que pudieran tener o no con los autores materiales del atentado, se sabe que Brenda Uliarte y Sabag Montiel estuvieron participando de estas movilizaciones, ¿cree que se podría aplicar esta figura que se utilizó para condenar a los neonazis de Mar del Plata?
-Le soy franco, no analicé el caso. Como abogado, puedo opinar conociendo la causa y la raíz de esta agrupación que no estoy al tanto. Sí, se podría aplicar a los integrantes del avión de Venezuela e Irán. Esta figura se podría aplicar a esos personajes, sin ningún lugar a dudas sería aplicable al piloto, al co-piloto y algunos integrantes de la tripulación.
-¿En todo caso, el fallo de Mar del Plata sería un antecedente para esto?
-No conozco el movimiento que usted me dice. La DAIA supongo que no estará al tanto de este caso, si son nazis, neonazis. Si hay algún tipo de situación. Lo que sí se es que hay algunos grupos donde funciona y está detrás Hezbolá que sí les cabria esta figura.
-La DAIA tuvo una primera muestra de rechazo al atentado a la vicepresidenta, publicaron un comunicado junto con diversos representantes religiosos, pero después habló de "no a la intolerancia política", corriendo del foco el tema de los discursos de odio, que la DAIA dice que se están malinterpretando. "Érrónea definición de discursos de odio no deben pasar inadvertidos", expresaron en un tuit institucional. ¿Qué piensa al respecto?
-Un discurso de odio es: hay que tenerle miedo a Dios y a mí un poquitito también. Ese es un discurso de odio. A partir de ahí, quien siembra viento recoge tempestad. Hay que poner las cosas en su lugar, si divido al país de amigos y de enemigos, obviamente después digo que hay discursos de odio. El discurso de odio comienza desde otro lugar, es otra cosa. Acá se está utilizando el discurso del odio para utilización política . El tema del odio lo están mal utilizando.
-¿No cree que una movilización con una guillotina a Plaza de Mayo, antorchas que tiran a la Casa Rosada y un cartel...?
-Yo no estoy al tanto de esas declaraciones. Si cometió delito esa persona, y está cometiendo un delito para tomar justicia por mano propia, me parece que debe ser condenado. Nadie tiene derecho a tomar venganza, ni nada por el estilo. Se acerca el año nuevo judío, nosotros rezamos por la unidad y la paz del país. Rezamos por hacernos cargo de lo que tenemos que hacernos cargo, y de pedir perdón a aquel que estamos engañando, a consciencia o inconscientemente.
No podemos bajo ningún concepto hablar de odio, porque el discurso de odio terminó en un holocausto. Banalizar así el discurso del odio, me parece una aberración política, por aquellos que están constantemente haciendo gala de que hay otros que hacen discurso de odio. Tengo experiencia en recibir discursos de odio y luchar contra discursos de odio y sé positivamente reconocer discursos de odio.
-Lo entiendo, pero si van 60 personas a Plaza de Mayo y ponen todos exiliados o muertos, con una guillotina, uno entendería que eso es parte de un discurso de odio.
-Yo no lo sé. No estoy al tanto. Yo vi que discurso de odio es pegarle a la figura de Macri, a muñecos que le escupían y le pegaban con la cara de Macri. ¿A eso se refiere usted?
-Y sí, claramente.
-Entonces dese cuenta dónde está el huevo y dónde la gallina. ¿Qué vino primero? Si yo desde el poder comienzo a poner en valor lo que yo digo y desvalorizo lo que dice el otro que piensa distinto, eso no es discurso de odio, es política. Ahora, si yo cuestiono la política me tachan de discurso de odio. Si están hablando de agresión y de venganza, eso es otra historia y yo no lo voy a defender. Y no hablo por la DAIA porque hoy no soy la voz de la DAIA, pero como abogado y ser humano, le puedo decir que está pésimo hablar de venganza y muerte. No corresponde. Como tampoco corresponde hacer uso de la religiosidad para cuestiones políticas.
-¿Lo dice por el discurso de la vicepresidenta?
-Lo digo porque a la DAIA la quisieron utilizar en su momento y se negó a avalar un acto donde pretendían utilizarlos políticamente.
-¿Pudo escuchar a la vicepresidenta?
-Sí, me pareció una buena reflexión que hizo, pero un contraste sumamente diferenciado a otras opiniones de ella misma, en las que dio discursos de bronca hacia periodistas y hacia la oposición, hacia el que piensa distinto. La vicepresidente considera que aquellos que opinan distinto son antidemocráticos. Más anti democrático que no respetar la Constitución y la división de poderes, no hay. Y sin embargo, se quieren llevar puesta la República. Hacer Justicia no es hacer perseguir a alguien. No nos comamos relatos que no corresponden.
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