Antes del encuentro que volverá a tener esta tarde junto al presidente de la Nación y el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, bajó los decibeles y aseguró que el número de contagios que se está dando en la capital federal “no es culpa de Larreta”, aunque por lo bajo, les advirtió a los bonaerenses que “no vayan a trabajar” a la ciudad, para evitar más casos de Covid-19.
“Venimos intentando coordinar las actividades. Está la realidad objetiva de cantidad de casos donde se desarrolla la enfermedad. Esto no es culpa de Larreta, su gobierno o ministro de Salud”, sostuvo Kicillof, luego que en días pasados su ministro de Salud, Daniel Gollán, expresara duras declaraciones contra la gestión del gobierno del PRO en la capital.
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“Que se deje de joder”, le pidió a Larreta, acusándolo de no hacer lo suficiente para detener el avance del virus, que en las últimas semanas se ensañó en uno de los lugares más sensibles: los barrios populares y las villas.
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Por eso, el gobernador de la provincia les pidió a sus ciudadanos que eviten ir a trabajar a la capital, aunque las recomendaciones de Kicillof sean por demás difíciles de cumplir en un contexto de suma necesidad laboral.
“Si en la Ciudad van a abrir los comercios, que no vaya a trabajar un montón de gente de la provincia de Buenos Aires”. Y agregó: “Nada de esto que digo es definitivo. Todo viene acompañado con medidas del gobierno nacional y provincial para acompañar a aquellos que han perdido los ingresos”.
Lo que el gobernador quiso explicar es que existe un riesgo mayor para las localidades cercanas a la capital porteña, lo que básicamente sería el Conurbano, y que de extenderse en ese territorio generaría un problema mayor para su gestión y la de los intendentes.
La de hoy será la cuarta reunión entre Larreta, Alberto Fernández y Kicillof.
“Cuando hay dos zonas contiguas donde en de un lado hay más circulación que en el otro, la idea es que no haya intercambio viral. No es un invento mío, ni algo difícil de explicar”, dijo y ejemplificó: “Si en el departamento de al lado de tu casa hay gente contagiada, no irías a tomar el té”.
Aun así, Kicillof avisó que no bloqueará los principales accesos hacia la capital, pese al disgusto que emerge desde Gobernación. Esta tarde, en el cuarto encuentro que entablarán el presidente, Kicillof y Larreta en Olivos, servirá para bajar los ánimos de la confrontación y mostrar una imagen de unidad frente a la lucha contra el coronavirus. También, para analizar cómo continuará la cuarentena, que ya se especula que al menos seguirá hasta el 7 de junio.
Algo que en cierta forma parece difícil de realizarse, debido a la incomodidad que sale del sector más duro del kirchnerismo y que se hace cada vez más evidente. Es que parte del oficialismo cree que en caso de que la situación se desborde, la responsabilidad final recaerá en el presidente y de esta forma, la acción u omisión de Horacio Rodríguez Larreta pasará a un segundo plano.
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