

Este lugar además de ser un paraíso para el pescador deportivo cuenta con historias interesantes y una fauna muy diversa.
Hay muchos lugares en la provincia de Buenos Aires que los turistas eligen de manera habitual para vacacionar o pasar un fin de semana largo de descanso. No obstante, la provincia está lleno de espacios e historias muy atractivas, Bahía San Blas es uno de ellos. El paraíso del pescador, además de su cautivadora naturaleza, conserva la misteriosa historia de piratas y tesoros.
Ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires, pertenece al Partido de Patagones y específicamente, se encuentra en la Isla del Jabalí. Fue declarada Reserva Natural de Usos Múltiples a través de la Ley Provincial N°12788. De esta manera, el área protegida que prohíbe la caza, la pesca y la minería, se extiende desde la desembocadura del río Colorado Viejo, hasta el faro Segunda Barranca. En este sentido, solo se puede realizar pesca de manera deportiva y deportes acuáticos.
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Este paraje donde únicamente la naturaleza es la protagonista, está conformado por zonas fangosas, playas de arena de cantos rodados, bancos de arena suave y muchas islas, entre las que se encuentran la Gama, Flamenco, De los Riachos, del Sud y Jabalí. Respecto a esta última, se dice que la Real Armada Española la bautizó como la Isla del Jabalí por la gran cantidad de cerdos salvajes que encontraron.
Por sobre todo, la Bahía San Blas es un paraíso para los pescadores. Suelen ir allí por la variedad de peces, ya que en aquella zona se pueden encontrar corvinas, gatuzos, chuchos, brótolas, lenguados, pejerreyes y panzones. Ya en septiembre y octubre se empieza a llenar de turistas que realizan pesca deportiva.
Sin embargo, en los últimos años esta tendencia cambió y también llegan al lugar quienes desean descansar. En este sentido, ofrece seguridad, tranquilidad y extensas playas que constituyen un gran atractivo natural para realizar largas caminatas. De aguas claras y cálidas debido a la poca profundidad, se dice que en este lugar cada época el año es diferente. Lo mismo sucede con las aves porque las especies varían según la estación. Hay épocas de flamenco Austral, Zorzal Colorado, Chimango, Gaviota Cangreja, Ostrero Común, Ñandú, Garza Mora, Golondrina, Tordos, Calandrias y Teros.
Con el objetivo de mantener la frecuencia turística, distintas máquinas se encargan de mantener de manera transitable los 58 kilómetros de camino de ripio que permiten ingresar a la Bahía San Blas.
Lo que lo diferencia de otras localidades de la Costa Atlántica es la extensión de la temporada. En este lugar comienza con la llegada de los pescadores en septiembre u octubre y se extiende hasta la Semana Santa. Para hablar de su fecha de fundación tenemos que ir hasta el 18 de octubre de 1821, es decir que este lugar ya festejó sus 202°aniversarios.
Existen muchísimas leyendas y mitos que merecen ser compartidas. No obstante, en este espacio tan tranquilo circula una historia que cuenta que durante el siglo XVIII a sus costas llegaban los piratas. Entrado en más detalles, este lugar era perfectamente estratégico para quienes buscaban esconder sus tesoros los cuales incluían mercaderías y joyas traídas del extranjero.
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