

En Olavarría adaptaron un mítico Heinkel de los 60'. Su gasto de energía se compara al de un electrodoméstico. El Municipio trabaja en una ordenanza marco.
Cuesta imaginar a las ciudades del futuro sin pensar en los vehículos eléctricos como uno de los elementos característicos del paisaje urbano. Aunque esa postal nos parece lejana, ficcional o asociable a las grandes urbes mundiales, incluso en el interior de nuestra provincia de Buenos Aires existen investigaciones y pequeñas experiencias, que las acercan a una realidad más concreta.
TE PUEDE INTERESAR
Su aventura, viene precedida de una serie de investigaciones académicas sobre el tema. Entre el 2011 y 2012, la Universidad Nacional del Centro diseñó el “Pampa Solar”, un vehículo híbrido que compitió en carreras de autos solares realizadas en el desierto chileno de Atacama. Actualmente, la Facultad de Ingeniería trabaja en el diseño de un vehículo urbano biplaza de tres ruedas. A todo esto, se suma una incipiente industria de monopatines y motocicletas eléctricas.
“Es una bajada de lo que estamos haciendo en la Facultad de Ingeniería con el tema de los autos solares y el vehículo urbano. En algún momento pensé en buscar un auto clásico que fuera una plataforma apta para convertirlo en eléctrico. Estaba pensando en un Isetta, Messerschmitt, un Heinkel” contó Marcelo Spina en diálogo con Infocielo.
El ingeniero dio detalles de la búsqueda que realizó hasta dar con el modelo indicado: “Son autos pequeños para andar en ciudades modernas. Anduve buscando bastante tiempo porque en algunos casos ya son autos clásicos y tienen un valor de colección y en otros casos están totalmente destruidos. Pretendía convertir un auto de esas características de la posguerra en un vehículo eléctrico sabiendo que es de un peso, un tamaño biplaza ideal para andar tranquilamente en una ciudad como es Olavarría” explicó.
“Lo encontré en Olavarría a pesar que anduve buscando por todo el país y casi traigo un auto de Uruguay. Llegué de casualidad tendiendo redes y me dijeron en el galpón de tal hay uno y logramos conseguirlo en Olavarría. Impensado. Estaba más o menos funcional pero cuando me puse a restaurarlo uno empieza a generar algo lo más posible a la original y ahí entran otros tiempos y costos” agregó.
Sobre los trabajos realizados para la reconversión, Marcelo Spina detalló: “Se llegó a la chapa original mejorando algunas cuestiones, se pintó, se arregló el tren delantero y trasero y empecé a buscar todos los accesorios originales para restaurarlas. Fue un trabajo que me llevó un poco más de un año. Y después, en un par de meses empecé a circularlo para ver cómo funciona la tracción eléctrica y ya ahora está concretado en un 99,9%” dijo.
En este sentido, destacó que se trata de “vehículos que de por sí son muy livianos. Ya consumían con el motor de explosión bastante poco. Casi todo lo que está almacenado en la batería uno lo puede trasmitir como potencia a las ruedas y está en un consumo equivalente a un electrodoméstico hogareño. Con la batería que hice construir en litios estoy andando en lo urbano a ritmo normal cerca de 60 kilómetros para volver a cargarlo (autonomía)” remarcó.
La durabilidad de la batería “depende del cargador que uno utilice. Yo puse un cargador de batería que me permite a mí recargar lo que hago en lo diario en una hora o menos y eso generalmente lo hago a la noche que lo dejo enchufado” mencionó.
“Uno se sube, abre la llave de corte de energía y lo acelera. Es una muy buena alternativa porque la inversión debería ser relativamente baja en la conversión, comparada con otras. Si uno quiere convertir un vehículo de calle estándar es más costoso porque tiene que llevar más peso. Acá es una inversión menor pero requiere todas otras cuestiones de la adaptación a que el vehículo sea seguro y lo máximo posible a cómo fue concebido” agregó.
Además mencionó otras de las comodidades del vehículo: “Es un auto pensado para las ciudades y lo pensé para el lugar que ocupan hoy los vehículos en las ciudades modernas. De pequeño porte, se puede estacionar tanto de frente como a lo largo porque ocupan prácticamente el mismo espacio. Tiene un consumo muy bajo y transportarme no solo es económico sino además es sustentable por estar manejando altas eficiencias y sin emisión de gases de efecto invernadero”
Consultado sobre su uso en la vida cotidiana, el decano de la FIO comentó: “Lo utilizo. He estado yendo a la Facultad varias veces y ahora estamos haciendo unos retoques en la telemetría. Lo que hice es poder estar midiendo todos los consumos y estar grabando en un archivo para después analizarlo y poder tener datos adicionales más desde el punto de vista académico” explicó.
Respecto al marco regulatorio, reconoció que hasta el momento hay un vacío legal: “si yo lo patentara como vehículo clásico lo debería patentar con el motor original pero es un clásico convertido. Hay como un vacío legal y en este caso particular el municipio va a estudiar el tema para dar un marco a mi iniciativa como a otras que pueda haber mediante una ordenanza que permita la circulación. Hay legislación para conversión pero generalmente se habla de un vehículo de calle que uno quiere convertir y eso ya está legislado. Un auto estándar, patentado, con VTV, uno le saca el motor a combustión y le pone un motor eléctrico y hay que volver al registro con un informe de un ingeniero matriculado y puede circular” agregó.
La novedad de los vehículos eléctricos despertó el interés del Municipio de Olavarría como una apuesta estratégica a futuro. Tras una visita del intendente Ezequiel Galli al campus universitario para conocer el Heinkel eléctrico, la comuna informó que trabaja en un proyecto de ordenanza para brindar un marco legal a la circulación en la vía pública de los vehículos eléctricos.
Al respecto, Infocielo consultó al secretario de Desarrollo Económico Julio Valetutto, quien indicó que desde el Municipio “vemos una necesidad y una oportunidad con la movilidad sustentable en todas sus versiones. Hay vehículos eléctricos que para un usuario no hay ningún premio o un incentivo y es más fácil comprar un vehículo que contamina que uno que no lo hace”.
El funcionario olavarriense advirtió que en el marco normativo argentino “hay muchas complejidades pero pensamos en qué podemos hacer desde Olavarría” y dio detalles de los ejes del proyecto que será enviado al HCD para su enriquecimiento: “1) Incluye un registro municipal de vehículos eléctricos. Hay de diferentes tipos y potencias que puede ser desde el auto que hizo Marcelo Spina a un monopatín. 2) La cuestión de la circulación y los permisos. 3) programas de promoción de la electromovilidad para que la ciudad sea más sustentable4) fomentar desde lo impositivo esa iniciativa 5) generar algún tipo de infraestructura para cargar los vehículos y montar una estructura de servicios 6) apoyar a comercios y talleres para el arreglo de este tipo de vehículos 7) programas de manejo de baterías.
Julio Valetutto comentó que “muchos usuarios de motos eléctricas nos han preguntado por qué no generamos oportunidades para que se fabriquen baterías que es la preocupación de todos. La idea es que todo esto se empiece a mover” dijo.
Y remarcó: “es una decisión política. Tenemos en la Facultad de Ingeniería un polo de desarrollo enorme las condiciones para que puedan desarrollarse y que se pueda generar algún tipo de cadena de valor” concluyó.
Dejanos tu opinión