Malestar

Cuáles son las razones del malestar de María Eugenia Vidal con la Casa Rosada

Una serie de hechos políticos y económicos llevaron a que la Gobernadora blanquee, aunque internamente, un malestar con algunos funcionarios de Balcarce 50. Qué puede pasar.

El fin de semana trascendió que una serie de hechos produjeron un malestar de la gobernadora María Eugenia Vidal para con altos funcionarios de la Casa Rosada, que hicieron sonar las alarmas de un Cambiemos conmovido por los planteos de la UCR y de Elisa Carrió. Claro que, lejos de esa postura, en calle 6 “salvan”, por ahora, a Mauricio Macri.

Cierto es, también, que a Vidal no le faltan razones para apuntarle, por ejemplo, al superministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, o al jefe de Gabinete de Nación, Marcos Peña, sobre todo por la parte del ajuste económico que, por pedido del FMI, la Nación le hará pagar a la Provincia, y que se verá traducida en las leyes de presupuesto que ambas administraciones les presenten a sus respectivos poderes Legislativos.

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En lo económico, son varios los factores que hacen que en la Gobernación se mastique bronca: la quita del fondo sojero, el traspaso del sistema de transporte, el traspaso del sistema energético del Conurbano y, peor aún, el efecto que la sorpresiva y brutal devaluación del peso provocó en la deuda pública de la Provincia.

Punto por punto, los reclamos son los siguientes:

-Fondo Sojero: su eliminación provocará para Buenos Aires una pérdida de recursos de unos 8 mil millones de pesos para 2019. Para evitar el enojo, Macri sacó de la galera una compensación miserable: unos 900 millones de pesos.

-Traspaso de Nación a Provincia de los subsidios al Transporte, Edenor, Edesur y AySa: Buenos Aires va a tener que hacerse cargo de subsidios por un valor que todavía se calcula. Las primeras estimaciones hablaron de 25 mil millones, aunque otros cálculos lo llevan a 35 mil. La cifra de 25 mil millones, se debe a que de la mano de una compensación de algunos cambios impositivos (Bienes Personales y un cambio en Ganancias a las Cooperativas) que se hicieron en Nación, la Coparticipación para la administración bonaerense crezca.

-Fondo del Conurbano. Cuando se firmó el Pacto Fiscal, en diciembre de 2015, la Provincia pasó a percibir “compensaciones” por dos vías: un aumento en su Coparticipación, con actualización en base al aumento del Impuesto a las Ganancias. La otra parte, que incluyó 20 mil millones de pesos, valor nominal,  para 2018 y 45 mil millones de pesos, valor nominal, para 2019.

Estos montos, sin embargo, se calcularon con una inflación del 10 por ciento para este año y 5 por ciento para el que viene, sin actualización automática. Esas cifras quedaron, disparada del dólar mediante, totalmente desactualizadas, motivo por el cual la Provincia pide que se adecue ese cálculo en base a la inflación real. Si eso fuese aceptado por Nación, la cifra diferencial llegaría a 19 mil millones de pesos. Por ahora, no hay respuesta del Ejecutivo Nacional al reclamo de Vidal, más allá de que Dujovne manifestó que “el reclamo es justo”. En Gobernación, no son del todo optimistas.

-Le deuda bonaerense y la crecida del dólar. La devaluación y los ajustes que implementó Macri en la Nación provocaron un impacto devastador en las cuentas bonaerenses. El Ministerio de Economía actualizó los datos de la deuda de la Provincia de Buenos Aires, que se ubicó en los 271 mil millones de pesos. Sin embargo esa cifra está calculada con un dólar cotizando en torno a los 20 pesos. Con el valor actual, el stock de deuda estaría más cercano a los 400 mil millones.

Desde lo político también afloran tensiones. Se sabe que Vidal está en desacuerdo con muchos mecanismos que toman en Nación a la hora de enfrentar la crisis. Además, el “estilo MEV” apela más al ejercicio de la política tradicional, por sobre la retórica “new age” que impera en Balcarce 50. Las alianzas y el diálogo con sectores del peronismo, que supo cimentar hasta ahora, de la mano del ajuste y la crisis, están en serio peligro.

Los reproches desde Calle 6 son, sin embargo, varios más:

-La delegación de la política económica de Macri al Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya instaló su oficina en el Banco Central y se prepara para hacerse cargo de manejo del país.

-La confrontación y falta de diálogo de Macri con la oposición, en especial el “peronismo dialoguista” y el massismo, escenarios que le complican acuerdos en la Provincia.

-La necesidad de Macri de tener de sostén político a la provincia de Buenos Aires para poder gobernar.

-La ratificación reiterada de Marcos Peña y luego (tras la crisis de los primeros días de septiembre) de Nicolás Dujovne, quienes siguen haciendo ostentación de poder. En este contexto, un dato no agrava las cosas: desde hace meses, tanto María Eugenia Vidal como Horacio Rodríguez Larreta, las llaves del poder territorial del PRO, mantienen una feroz interna subterránea con Peña. ALFA.

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