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El clásico de Rosario en el que pierden todos: va en Lanús y a puertas cerradas

En una sorprendente medida, que pinta de cuerpo entero al fútbol argentino, uno de los clásicos más importantes del país se mudara desde Rosario al conurbano y sin público. Desdén, miedos, indiferencia y un negocio redondo para la televisión.

Se sabe que hay una histeria colectiva que nace en la previa y se instala alrededor del clásico rosarino, uno de los más importantes de la Argentina y el de mayor envergadura del interior. El miedo a perder este partido se ha hecho tan grande para las partes que, históricamente, han sido contadas las ediciones donde el clásico salió vistoso o por fuera del empate.

Pero el tema se vuelve crítico si las dirigencias de los clubes se dejan corroer por dicho miedo. Cuando la suspicacia y el desdén cobran magnitud entre los que deberían aportar claridad pierden todos. Pierde Newell´s y pierde Central antes de jugar. Nos perdemos todos ser  testigos de una fiesta histórica, como es una definición mano a mano por una Copa de dos clásicos rivales.

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Ayer en la reunión que hubo en AFA, entre las idas y vueltas, se instaló rápidamente el “no se pusieron de acuerdo”. Esa frase envuelve a todas las partes, Gobierno de Santa Fe, seguridad y dirigentes de ambos clubes. El dato es que la representación de la Copa Argentina no estuvo siquiera presente.

Así  todo, la decisión se tomo rápidamente. Nada de Rosario, la cancha de Colón nunca fue opción y mucho menos jugarlo en San Juan o Mendoza. La más fácil se armó en dos llamados telefónicos. El partido se juega en cancha de Lanús y a puertas cerradas. Fin del comunicado. Queda definir oficialmente la fecha del 24 que asoma como la candidata.

A los rosarinos le tomaron la leche mientras especulaban si uno descansaba más que el otro, o si el rival recuperaba a tal o cual jugador. No habrá fotos de Lugones con hinchas tirados en el piso cual cazador, ni fiesta alguna en un partido que tenía todo para serlo. Pero sobra incapacidad y palabras al viento. Mientras que el Concejo municipal de Santa Fe presentó un proyecto para que no se juegue allí, los organismos de seguridad garantizaban a los cuatro vientos estar preparados para garantizar la seguridad del espectáculo.

Por lo pronto, la televisación se hará un picnic publicitario y se garantizará picos de audiencia inauditos ya que todos los ojos de Rosario estarán posados pura y exclusivamente en esa pantalla. Al igual que los del resto de los futboleros, aunque más que una victoria de la tele, parece una derrota y por goleada, de la sociedad.

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