Los aumentos no alcanzan

Las asignaciones y las jubilaciones perdieron entre el 8,50 y el 13 por ciento de su poder adquisitivo

Surge de un estudio del CEPA, que comparó el poder adquisitivo de la jubilación mínima y de las asignaciones universales por hijo a partir de la nueva fórmula de movilidad para el año 2018.

A pesar de la oficialización en el mes de junio de los aumentos en jubilaciones, pensiones y Asignación Universal por Hijo que hizo la  ANSES, un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revela que existe una alarmante pérdida de poder adquisitivo en los sectores más vulnerables.

Según la Resolución 88/2018, el haber mínimo jubilatorio a partir de este junio será de 8.096,30 pesos y el máximo será de 59.314,97 pesos.  Además, la Prestación Básica Universal (PBU) se actualizó a 3.825 pesos y la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) a 6.477,04 pesos. Finalmente, por la Resolución 89/2018, la aplicación del aumento correspondiente a junio, la AUH se actualizó a 1.577,95 pesos y en caso de hijo con discapacidad se actualizó a 5.146 pesos. Esta asignación la perciben más de 4 millones de niños y adolescentes de todo el país y su monto anterior era de 1.493 pesos.

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Pero según CEPA, considerando la evolución del IPC-INDEC y del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el haber mínimo pierde 8,50% en la comparación entre el promedio del poder adquisitivo de 2015 y el de los años 2016/2017/2018, es decir, casi 740 pesos mensuales, considerando la jubilación mínima de 8.636 pesos en septiembre de 2018.

Además, la pérdida del poder adquisitivo en al AUH desde 2015 alcanza el 9,54% en promedio, con un punto mínimo hacia febrero de 2019. Esto significa algo más que 160 pesos mensuales, considerando la AUH de 1.683 pesos en septiembre de 2018. El punto final de la serie (febrero de 2019), indica que, considerando las estimaciones inflacionarias del REM, los beneficiarios de AUH llegan a perder casi 13% de su poder adquisitivo.

En cuanto al Salario Mínimo Vital y Móvil, desde CEPA calcularon, en promedio, una pérdida que alcanza el 9,65 por ciento en el período 2016 a 2019, es decir, algo más que 1.030 pesos mensuales, considerando el SMVM de 10.700 pesos en septiembre de 2018. Pero también, tomando el punto final de la serie (agosto de 2019) indica que, considerando las estimaciones inflacionarias del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) y una estimación de 1,5 por ciento mensual desde marzo de 2019 a agosto de 2019, el salario mínimo vital y móvil llega a perder 16,61 por ciento de su poder adquisitivo respecto del promedio de 2014/2015. Si se considera el promedio de SMVM de 2018/2019 respecto de 2014/2015 la caída alcanza casi el 15 por ciento.

Así entonces, el aumento publicado en el Boletín Oficial se licuó rápidamente porque en todos los casos se trata de una masa de dinero que, en promedio, dejan de percibir reiteradamente cada mes.

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