Política y Economía
En la Legislatura

Parada: Vidal frena el proyecto para legalizar Uber en la Provincia para evitar tensiones con los taxistas

La iniciativa pertenece Guillermo Castello, el diputado de Elisa Carrió en la Provincia. La decisión buscar abrir un nuevo escenario de conflicto pero podría provocar malestar interno. Los intendentes oficialistas también se oponían

Para evitar abrir un nuevo frente de conflicto, María Eugenia Vidal, intendentes y legisladores de Cambiemos han decidido cerrar filas para dejar en claro que el proyecto para legalizar UBER en el territorio bonaerense no avanzará. La decisión no evitará, eso sí, algún chispazo interno: la había presentado Guillermo Castello, diputado provincial de la Coalición Cívica que integra la alianza oficialista.

“El proyecto estuvo dando vueltas pero ahora el Ejecutivo decidió cortarlo de raíz”, le confirmó a INFOCIELO una fuente de la Legislatura. “Tiene cero chances”, completó esa misma persona.

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Apenas se conoció la iniciativa, los distintos sindicatos y asociaciones de propietarios y choferes de taxis pusieron el grito en el cielo y lanzaron, para el 1 de agosto, un paro y una movilización en La Plata. La movida todavía no fue desactivada. Juan Carlos Berón, secretario general del Sindicato Condutores de Taxis la región capital. 

Entre los jefes comunales que más enérgicos se mostraron contra la reglamentación estuvieron el marplatense Carlos Arroyo y el platense Julio Garro. En esas ciudades, los tacheros tienen un predicamento y número considerable. Es más, el propio Castello, también de La Feliz, salió cruzar en público a Arroyo.

La propuesta del lilito contempla la modificación del artículo 4 del Decreto Ley 16.378/57, para incorporar la posibilidad de dejar habilitados en todo ámbito provincial los medios tecnológicos y plataformas de telefonía celular para operar como intermediarios entre usuarios y empresas de redes de transporte.

Un de las voces en contra fue la del titular de la Agrupación Taxistas Platenses, Walter Guas, quien hizo hincapié en que se trata de un modelo que “destruye el transporte tradicional” y que, de formalizarse, multiplicaría el número de conductores: “No trabajaría nadie y se fundirían todos”.

“Hay una situación de incertidumbre y vacío legal. No hay regulación clara sobre lo que está o no permitido. Además, el avance tecnológico hace necesario renovar la legislación", argumenta Castello.

Desde el entorno de Castello adelantaron a este medio que, por ahora, nadie de Gobernación ni del oficialismo habló con él y que se mantendrá con su idea. “Por ahora son todas operaciones”, advirtieron. En las próximas horas el rechazo de Vidal y su equipo podría cristalizarse con una acción más concreta