Sociedad

Efecto Croacia: La leyenda del Mariscal Tito que dicen vivió en Berisso y se hizo de Estudiantes

La fiebre mundialista nos lleva a repasar cientos de historias de cada país y Croacia, uno de los finalistas junto a Francia, tiene una de ellas con uno de sus líderes políticos más importantes trabajando en los puertos de la Provincia y haciéndose “pincha”. Enterate de que trata.

Un Mundial de fútbol  siempre da la posibilidad de conocer miles de historias y leyendas que se van agigantando por fuera de los campos de juego. Una de esas tantas tiene que ver con la ciudad de Berisso, una zona portuaria y de frigoríficos que se alza a sólo 10 kilómetros de la capital de la Provincia de Buenos Aires.

Cuenta la leyenda que Josip Broz, más famoso como “Mariscal Tito”, el padre de la Yugoslavia multinacional y socialista, luego de escaparse de la cárcel tras declararse el comunismo ilegal, logró llegar al puerto de Berisso y no pudo evitar el amor por los colores de Estudiantes.

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La historia oficial cuenta que, durante la Segunda Guerra Mundial,  el Mariscal Tito, al frente del movimiento de Liberación de Yugoslavia, fue capturado prisionero y llevado a un campo de concentración alemán en territorio ruso, aunque al estallar la Guerra Civil  lo deportaron junto a otros prisioneros.

Hasta allí lo comprobable, la continuidad de esa historia va mutando en leyenda ya que no hay precisiones ni pruebas concretas sobre la estadía de Broz en suelo bonaerense, sin embargo, cuentan que Tito llegó desde Italia con 38 años al puerto de Buenos Aires y que consiguió trabajo en los frigoríficos de Berisso. El mito indica que vivía sobre la reconocida Avenida Nueva York de dicha ciudad y que en los bares se había hecho amigo de un soldado ruso y en medio de esas charlas surgió el fútbol.

Broz, que fue hijo de granjeros y que había sido criado en Kumrovec, un pueblo cercano a Zagreb (Croacia), tenía pasión por el Estrella Roja de Belgrado y dicen que la similitud con los colores rojos y blancos a bastones de ambas instituciones lo hicieron seguir, en aquellos años, a uno de los mejores equipos pinchas de la historia: “Los profesores”.

Los más fanáticos creyentes de esta historia hablan de un encuentro entre Estudiantes y el Mariscal en una gira europea en el año 1968. Una de las recreaciones habla de una conversación entre el líder político y Manuel Ferreyra, uno de las máximas figuras del fútbol nacional, que se puede leer en la página oficial de Estudiantes de La Plata: “A usted lo vi jugar muchas veces en La Plata. No puedo olvidar ese equipo”, dicen que Tito le dijo al delantero.

Pese a que la historia sobre Tito no se ha detenido por este casi incomprobable paso, en Berisso y entre varios hinchas de Estudiantes esta historia crece día a día y hoy cobra mayor relevancia con la llegada de los croatas a su primera final mundialista.

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