Una guerra a pura chicana entre Carrió y el radicalismo hace temblar a Cambiemos
Como si los problemas de la economía no fueran suficientes, Cambiemos enfrenta un verdadero cisma interno a partir de los fuertes cruces entre Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, y la dirigencia de la UCR, que se sintió insultada por unas picantes declaraciones de la diputada chaqueña.
“Los radicales van a hacer lo que nosotros digamos”, chicaneó Carrió durante su discurso ante el Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos. “Al final los radicales tienen que reconocer que de están con una ex miembro que los maneja desde afuera, ¡divina!”, se jactó.
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No se quedó ahí, ante el aplauso cerrado de la multitud y las risas de los propios, Carrió, que viene castigada por sus repetidos derrapes de esta semana, aseguró que subyace una cuestión de género: “Nos mandaban (a las mujeres) a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera”.
La respuesta del radicalismo no se hizo esperar. La UCR nacional sacó un durísimo comunicado en el que pidió a Carrió que “se abstenga de continuar con esta serie de declaraciones desafortunadas” que, aseguraron, “se han vuelto una costumbre” de su parte.
“Somos un partido político nacional, soberano en sus decisiones y democrático hacia adentro. No un proyecto personal ni un liderazgo mesiánico”, aclararon los radicales, que le atribuyeron a Carrió una “frivolidad discursiva” y aseguraron que vive en “un stand up permanente”.
“Que nos diga Carrió, realmente, cuánto aporta hoy a Cambiemos y a las políticas del Gobierno Nacional. Seguramente sea menos que las propinas que deja”, remataron en el comunicado.
Lejos de enfriar el clima, Carrió subió la apuesta desde las redes sociales. En Twitter, dijo que su único jefe es Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos, y acusó a Cornejo de haber sido Kirchnerista.
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