Vacaciones más caras

El turismo sindical, entre el boom por la crisis y el golpe mortal de un impuestazo de Vidal

La demanda de los servicios turísticos de los sindicatos se disparó con la llegada de la crisis, como una alternativa barata para vacacionar. Pero la reforma impositiva del Gobierno amenaza con terminar con el boom.

Los hoteles sindicales fueron la primera opción de los trabajadores que, golpeados por la crisis, tuvieron que ajustar los gastos para vacacionar. Eso provocó una verdadera explosión en el sector y debió ser acompañado con más y mejores servicios. Pero la última reforma fiscal de Vidal puede ponerle un punto final.

 “Hace dos o tres años venimos notando que explotó la demanda, no tenemos lugar para todos los afiliados que nos piden hospedaje”, le dijo a INFOCIELO Ana Carriquiriborde, del gremio de Obras Sanitarias, uno de los sindicatos que tienen infraestructura para servicios turísticos en la Provincia. Desde SUTEBA coinciden con el diagnóstico: “Hemos notado un incremento en la cantidad de docentes que eligen el turismo sindical”; observó por su parte Cristina Mellado, encargada de Turismo del gremio.

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“Algunos afiliados dejaron de vacacionar, pero otros que vacacionaban de otra manera optan por el turismo sindical. Lo hemos notado en lugares como Tigre, que lo usan los afiliados de zona norte porque tiene fácil acceso”, agregó. El gremio docente tiene seis unidades turísticas en Buenos Aires, entre hoteles y campings.

La demanda no es sólo cuantitativa sino también cualitativa: los afiliados demandan mejores servicios y que exprimen hasta el último centavo para “amortizar”. Así, por ejemplo, es frecuente que reclamen la extensión del horario del servicio de desayuno para ahorrar un almuerzo, o que incluso demanden servicio de comedor. Pero trasciende lo relativo al alojamiento: los gremios ofrecen paquetes que abarcan desde el turismo, las excursiones y hasta las comidas.

Hasta ahora, para los sindicatos ofrecer el servicio no significaba una erogación importante, por lo cual se daban el lujo de cobrar cifras simbólicas, del orden de 400 pesos por afiliado, con media pensión. Pero la última reforma impositiva, sancionada junto al Presupuesto, amenaza con cambiar todo ese panorama.

Es que los bienes de los sindicatos dejaron de gozar de exenciones de tributos provinciales: autos e inmuebles ahora tributan al fisco, lo cual significó, de un día para el otro, una disparada de los costos de sostener la estructura.

Sólo por el hotel de Mar del Plata, el sindicato abonó en concepto de impuesto Inmobiliario unos 135 mil pesos. Pero el gremio tiene otras 14 propiedades en toda la Provincia, que demandarán cerca de un millón de pesos. “Va a ser difícil mantener las tarifas con esta situación”, anticipan en el gremio de Julio Castro.

Sin dudas va a significar un impacto muy fuerte, esperamos que no sea así para no tener que trasladarlo a los afiliados”, anticiparon desde el SUTEBA. Ese gremio enfrenta, además de las restricciones de la reforma impositiva, el cese unilateral de convenios de turismo social que se habían firmado con la Nación.

Por lo pronto, varios gremios vienen realizando presentaciones a la justicia para dar marcha atrás con la quita de exenciones que impulsó el Gobierno y que diputados y senadores transformaron en ley

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