Judiciales y Policiales
En los talleres textiles

En cárceles bonaerenses producen barbijos y camisolines para policías, médicos, enfermeros, bomberos y funcionarios judiciales

Las experiencias solidarias en contexto de encierro se desarrollan en penales de San Nicolás, Bahía Blanca, Urdampilleta, La Plata, Magdalena y Florencio Varela. Con telas de friselina y elásticos elaboran tapabocas que luego destinan a los servidores públicos

Con la recomendación de que el uso de barbijo reduce sustancialmente la posibilidad de contagio de Coronavirus, internos de seis penales de la provincia de Buenos Aires colaboran con su mano de obra solidaria para confeccionar barbijos, camisolines, cofias y cubre zapatos, que luego son destinados a policías, funcionarios judiciales, penitenciarios, bomberos, médicos y enfermeros.

Las experiencias  tienen lugar en la Unidad 3 San Nicolás, 4 Bahía Blanca, 17 Urdampilleta, 18 Gorina, 28 Magdalena y 32 Florencio Varela, todas dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), donde los privados de libertad trabajan en los talleres textiles al menos ocho horas diarias.

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Once internos de la cárcel de San Nicolás confeccionan diariamente 100 barbijos destinados a integrantes de la Policía Local, del SPB y para los privados de libertad de ese penal.

La iniciativa fue una solicitud del supervisor del  Ministerio de Justicia, Luis Simonetti y cuenta con la colaboración del capellán Damián Vidano.

En la cárcel de Villa Floresta, en la ciudad de Bahía Blanca, 20 detenidos que fueron capacitados en producción textil, confeccionan barbijos, cofias, camisolines y cubre zapatos para el Hospital Municipal “Leónidas Lucero” y para los centros de salud ubicados en las zonas periféricas de la localidad.

Para este emprendimiento se contó con el apoyo de un concejal y de la Universidad Nacional del Sur. El edil donó 1.000 metros de friselina y 160 metros de elástico, mientras que desde el organismo educativo aportaron 20 unidades de 500 metros de hilo y 30 agujas.

La producción se implementa en la sede del Centro de Formación N° 401 que funciona en el establecimiento carcelario.

En el taller de tapicería de la sección talleres de la Unidad 17 Urdampilleta, que fue acondicionado especialmente, siete internos se encuentran trabajando con la guía de un agente penitenciario, en la elaboración de barbijos y camisolines. Cada prenda es confeccionada siguiendo un protocolo específico que aportó el municipio de Bolívar para que el producto se ajuste a las necesidades.

Los destinatarios de los barbijos son los Bomberos Voluntarios y el Hospital “Juana G. de Miguens” de Urdampilleta, en tanto que los camisolines son para el Hospital Municipal Subzonal "Miguel Capredoni" de Bolívar donde los esterilizan y distribuyen a todos los pueblos del partido.

En la Unidad 18 Gorina, internos de los pabellones 3 y 5, gracias al aporte de ciudadanos que donaron máquinas de coser, telas y elásticos, elaboran unos cien barbijos diarios que se usan en el penal y se guarda un stock que tendrá como destino los Hospitales Alejandro Korn de Melchor Romero y el de Niños “Sor María Ludovica”.

Esta iniciativa cuenta con el aporte vital de la jueza platense Marcela Garmendia.

Por su parte, en la Unidad 28 Magdalena, los internos elaboran tapabocas para el Hospital Santa María, el Hogar de Ancianos San José de las Islas, para policías de la Estación Comunal y para personal de Control Urbano y del SPB.

Y en la Unidad 32 Florencio Varela los privados de libertad confeccionan barbijos, cofias y camisolines para hospitales de la zona, en una acción solidaria conjunta con el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Departamento Judicial  de Quilmes.

El presidente del Colegio mencionado, Mario Caputo, comentó que “habíamos decidido hacer una actividad solidaria desde nuestra entidad con los hospitales de la zona, de los tres partidos, de Florencio Varela, Berzarategui y Quilmes. Preguntamos a las cooperadoras de estos nosocomios qué necesitaban y algunas nos pidieron el dinero que pudiéramos aportar, otros nos pidieron insumos que compramos y la jueza de ejecución Julia Elena Márquez nos contó que tenía ese proyecto, nos pareció excelente y lo pusimos en marcha”.

“Nosotros compramos la tela y friselina –continuó Caputo-, todos los elementos que necesitan y los internos hacen los barbijos. Además, también vamos a donarle a la Unidad 32 productos de limpieza e higiene como lavandina y jabón por un valor de 10.000 pesos”.

El presidente del Colegio de Magistrados añadió que “vamos a recibir algunos barbijos para los funcionarios judiciales que están trabajando, principalmente defensores oficiales y juzgados de familia”.

Desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, que conduce Julio Alak, se impulsan estas actividades solidarias donde se ponen en prácticas los conocimientos adquiridos en los cursos de formación laboral, y que cuentan con la coordinación de la Subdirección General de Trabajo Penitenciario.

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