DESPUÉS DEL COMUNICADO EN RESPALDO

Kicillof se recuesta en ATE para hacer pie en el Gobierno y hay malestar en la CGT

El nuevo Gobierno tiene una alianza estratégica con los verdes. El resto del arco sindical se ve postergado y espera una convocatoria, pero igual lo respaldó frente a la dificultad de aprobar la nueva Ley Fiscal.

La Confederación General del Trabajo emitió este fin de semana un fuerte respaldo al gobierno de Axel Kicillof en el marco de la dura puja que mantiene con sectores de la oposición que le traban la sanción de la Ley Impositiva, una herramienta fundamental para iniciar de una vez por todos las acciones de gestión.

En el comunicado firmado por los secretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña, la CGT defendió el proyecto de Ley Impositiva de Axel Kicillof y cuestionó a los legisladores opositores por rehusarse a dar el debate. “La mezquindad política resulta intolerable en momentos en los que todos los sectores aceptamos a la solidaridad como el valor fundamental para gobernar la crisis”, remarcaron.

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Detrás de esa declaración jugó un papel fundamental la CGT Región Capital, que capitanean la mayoría de los gremios estatales bonaerenses como SOSBA, Salud Pública y varios más. No fue un respaldo sin debate: como los propios intendentes, la “columna vertebral” del peronismo está resentida por la falta de convocatoria de parte de Kicillof y los suyos.

Es que la nueva administración parece más interesada en una alianza con ATE y así lo ha demostrado en estos pocos días de gestión. “Los ministros y funcionarios entran del brazo de ATE a todos los despachos”, contaron fuentes que siguen de cerca la evolución del kicillofismo en su incursión bonaerense.

Este portal pudo confirmar que ATE señaló a leales y traidores, se cobró viejas facturas y promovió una verdadera caza de brujas dentro de varios ministerios. Para eso cuenta con el respaldo de la ministra de Trabajo, Mara Ruiz Malec, integrante del Instituto de Trabajo y Economía, el espacio de análisis de la Fundación Germán Abdala, un nombre que es sinónimo de la Asociación de Trabajadores del Estado.

Pero la gota que rebalsó el vaso fue la convocatoria del último jueves a los gremios que integran el Frente de Unidad Docente. “Fue una tocada de culo”, se sinceró un dirigente de la CGT que se cansó de cursar pedidos de audiencia al Gobernador y a varios de sus ministros y que, por ahora, no logró colarse en la agenda oficial.

Colabora con ese cuadro que en la mayoría de la administración no hay funcionarios de segunda línea designados, con lo cual los interlocutores habilitados son escasos y están a las corridas. Por ahora, el malestar de los sindicatos está contenido, pero ya cuentan los días a la espera de que Kicillof “empiece a jugar”.

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