Judiciales y Policiales
A 27 años del múltiple femicidio

El odontólogo Barreda pide “que lo dejen de hinchar” a los medios y ahora dice estar arrepentido

El 15 de noviembre de 1992, en su casona de calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, Barreda, actualmente de 82 años, mató a escopetazos a su esposa Gladys Margarita Mc Donald, a su suegra Elena Arreche y a sus hijas Celina y Adriana. Vive en una pensión de “mala muerte” y muestra señales seniles

Al cumplirse 27 años del cuádruple crimen cometido por el Odontólogo Ricardo Barreda en La Plata, el femicida, con 82 años años, vive en una pensión de “mala muerte” y hasta pregunta por sus hijas.

Meses atrás dijo estar "muy arrepentido" por los asesinatos que cometió el 15 de noviembre de 1992, cuando les quitó la vida a su su esposa, Gladys McDonald; a sus dos hijas, Cecilia y Adriana, y a su suegra Elena Arreche.

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El odontólogo además aseveró que en el caso de poder retroceder el tiempo atrás, no cometería los crímenes y apuntó que le “duele mucho” lo ocurrido.

Luego reconoció estar bien de salud pese a su edad, planteó no querer "volver atrás” porque no le gusta “revolver" y apuntó que cuando se “revuelve mierda sale mal olor".

Barreda formuló estas declaraciones al periodista platense Marcelo Costanzo, quien tras entrevistar al femicida en las calles de la localidad bonaerense de San Martín, subió el video a sus redes sociales.

Detalló que vive en esa zona del norte del conurbano, donde “todo el mundo” lo “conoce” y lo “trata bien", y añadió: "Es más, me esperan, me llevan a un lado, a otro, me invitan", y negó que los vecinos de esa localidad lo critiquen por el cuádruple asesinato.

Por último, Barreda pidió a los medios que lo “dejen de hinchar" y dijo que la gente que lo frecuenta "es lo suficientemente cauta para no hacer preguntas irritantes".

El 15 de noviembre de 1992, en su casona de calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, Barreda (82) mató a escopetazos a su esposa Gladys Margarita Mc Donald (57), su suegra Elena Arreche (86) y sus hijas Celina (26) y Adriana (24).

El odontólogo primero negó la acusación del cuádruple crimen e intentó hacer pasar el hecho como un robo a su casa, pero finalmente confesó; y en 1995 fue condenado a reclusión perpetua por triple homicidio calificado y un homicidio simple.

Según contó él mismo en el juicio, los homicidios fueron una reacción suya a los maltratos y humillaciones que recibía de todas ellas.

"Lo siento por mi hija más chica, que fue a la que menos le di y de quien más recibí", declaró en aquel debate oral que terminó con él en la cárcel, donde con los años se dedicó a estudiar Derecho.

Recién en mayo de 2008 Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata al ser beneficiado con un arresto domiciliario y se fue vivir con su nueva pareja, Berta "Pochi" André, quien murió en julio de 2015 como consecuencia del deterioro de su salud a raíz de graves problemas neurológicos.

En diciembre de ese mismo año, y luego de varias idas y vueltas judiciales, Barreda recibió la libertad condicional, mientras que en mayo de 2016 se declaró "extinguida la pena impuesta" y se hicieron "cesar las accesorias legales impuestas".

A partir de esta resolución, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.

Días atrás, de acuerdo al periodista Rodolfo Palacios, Barreda fue al bar donde suele alimentarse y le preguntó al mozo:

-¿No vio a mis hijas? Iban a venir a verme...

El mozo pensó que era una broma de mal gusto, pero reflexionó que Barreda podría sufrir demencia senil.

El mozo atendió a Barreda durante casi dos años, desde que el femicida se mudó a San Martín después de vivir más de un año en el Hospital Magdalena Villegas de General Pacheco.

Allí había llegado el 25 de mayo de 2016 confundido, usando pañales, y presentándose como Alberto Navarro. Una paciente publicó la foto de ese anciano en su muro de Facebook y pidió solidaridad. “La familia lo abandonó y sus hijas no quieren saber nada con él, qué crueldad”, escribió la mujer. Parecía ser una muestra de humor negro, pero ignoraba que ese hombre era Barreda.

En el hospital decían que simuló estar enfermo, que maltrató y amenazó a las enfermeras, que a una médica le dijo que le iba a dar un escopetazo y que a veces iba hacia una despensa a comprar whisky.

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