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DETENCIONES ILEGALES

La historia de Mustafá, uno de los manteros senegaleses que vive en La Plata: “Si no trabajamos, no comemos”

Hace algunas semanas, comenzaron a realizarse distintos operativos para combatir la venta callejera en la zona céntrica de la capital provincial. A partir de esto, los manteros senegaleses se encontraron sin poder trabajar y, por ende, sin poder ayudar a sus familias que quedaron en África.

En las últimas semanas se llevó a cabo un operativo policial, para impedir que los feriantes vendan en las plazas y espacios públicos de la capital bonaerense, por parte de la Municipalidad de La Plata y de la Provincia.

En este sentido es que varios de los senegaleses que vinieron a la Argentina para ayudar a sus familias económicamente y que ponen su manta en el centro platense, se encontraron sin poder trabajar y, por ende, sin poder ayudar a sus familias. 

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Tal es el caso de Mustafá, uno de los manteros que vive en la capital provincial. “Me llamo Mustafá, soy de Senegal, tengo 29 años y hace seis que estoy acá en el país”, le contó a Juan Coscarelli, cronista de LA CIELO FM 103.5.

"¿Por qué están sufriendo este acoso, alguien les da alguna explicación?", le preguntó el cronista: “Por resistencia a la autoridad, pero nada que ver. Vinieron a sacar las cosas y las llevaron a la comisaria novena”. “Nunca nos pasó así como esta semana porque es muy complicado, muy duro y difícil para nosotros”.

“Son los días más difíciles para nosotros. Si no trabajamos, no comemos porque lo que vendemos es para vivir y ayudar a la familia”, confesó Mustafá. “La familia en África siente que nosotros estamos complicados, porque no podemos mandar nada”.

“Vinimos acá para ayudar a la familia, si fuera para mí solo yo podría vivir tranquilo, pero no puedo vivir tranquilo estando mi familia en África y sin poder ayudarla”, concluyó emocionado.

Cabe recordar que, según el abogado Martín de Vargas que sigue el caso de los vendedores, los inspectores municipales retienen la mercadería y para evitar que se junten más vendedores los llevan a la comisaría para una supuesta averiguación de antecedentes que sería ilegal.

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