Política y Economía
Magdalena y Punta Indio

El parque Costero del Sur puede perder la membresía de la UNESCO y ambientalistas temen una privatización

Se trata de una Reserva de Biósfera de 24 mil hectáreas con zonas vírgenes del ecosistema ribereño. Ya perdió la categoría de Reserva Mundial y se espera un nuevo veredicto de la UNESCO. Vecinos temen que se cree una fundación y que se pierda el control comunitario.

Los ambientalistas, agentes de turismo y un nutrido grupo de vecinos en general de Punta Indio y Magdalena están alerta roja (aunque podría ser verde) por el destino de la Parque Costero del Sur, unas 24 mil hectáreas que comparten ambos distritos. En el horizonte asoman dos peligros: una pseudo-privatización de la administración y la pérdida total de la membresía de la UNESCO como Reserva de Biósfera.

Creada en 1984 en el partido de Magdalena, la Reserva de Biósfera Parque Costero del Sur comenzó tener un control bipartito con la creación Punta Indio en 1995. Desde allí, sendas gestiones mantuvieron desavenencias.

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Esa falta de coordinación, llevó a que en 2016, a falta de un plan de cuidada sustentable, la UNESCO decidiera bajarle la categoría de Reserva Mundial (hay unas 700) a Reserva Nacional (hay unas 15). El descenso puede seguir si la última revisión, de agosto de 2018, no es satisfactoria.

“Ahora estamos en lo que se llama una ‘estrategia de separación’ de la UNESCO pero también podemos ingresar a la ‘estrategia de salida’”, explicó a INFOCIELO, Ezequiel Calvano, exsecretario de Turismo de Punta Indio y actual integrante de la Cámara de Econturismo y Producción Sustentable de ese distrito.

En paralelo, desde la Cámara lograr frenar la conformación de una fundación privada para que se haga cargo de la reserva. “Nosotros, de máxima, queremos crear un ente mixto con autonomía y jerarquía. Pero no podíamos permitir que esto quede en manos de un fundación de espaldas a la gente”, agregó Calvano.

El 9 de marzo se realizó una convocatoria pública donde se dieron cita más de cien personas. Allí se les comunicó a los participantes que la idea de la fundación quedaba en stand by. Ahora, la Reserva la controla un Comité de Gestión con cuatro integrantes y presidencia rotativa entre las dos jurisdicciones.

“Desde la Provincia sí ponen un guardaparque porque también es un refugio de vida silvestre y desde la Nación hacen de árbitros”, explicó Calvano.

La revisión de la UNESCO es cada década pero ahora este organismo internacional se ha puesto más estricto con sus evaluaciones porque sus fondos han menguado. El año pasado, para contestar un riguroso cuestionario, las municipalidades contrataron a la fundación CEPA, con vasta experiencia en la materia y además impulsora de la creación de la reserva.

En tanto, el plan de manejo propuesto por CEPA deber ser refrendado por los Concejos Deliberantes. La estrecha relación del titular de CEPA, el arquitecto Rubén Pesci, con las autoridades del Magdalena, levantó suspicacias de favoritismo entre los puntaindienses. Es por eso que el pedido pasa por una “plan de manejo comunitario”.

“Por su trayectoria, contactos y conocimiento, CEPA era la única que podía responder al requerimiento de la UNESCO en tan poco tiempo, pero ahora el control debe quedar en manos del pueblo y sus representantes”, reclamó Calvano.

Hay que aclarar que el concepto de Reserva de Biósfera no tiene que ver con un lugar cerrado como si fuera un parque sino una región donde la naturaleza y las personas conviven en armonía. Es más, el 99% de Parque Costero del Sur está en manos privadas. “Hay cosas que se mantienen porque acá no llegó la sojización, es decir, de casualidad”, advierte Calvano.

El reconocimiento de la UNESCO no significa un rédito económico directo pero es una ‘chapa’ o un respaldo para, en todo caso, conseguir recursos para la preservación, conservación y estudio. También un argumento sólido para evitar el avance de las urbanizaciones y de los proyectos inmobiliarios, el principal miedo de los proteccionistas.

Concretamente, la Reserva de Biósfera Parque Costero del Sur fue puesta en vigencia por el Decreto Provincial 7585/84. Allí se encuentran en estado original varias piezas, de flora y fauna del ecosistema ribereño como humedales, juncales, talares, ombúes, pumas, yaguares, gatos monteses, ñandúes y loros barranqueros, entre otros.

La Cámara, COMCOSUR (Comcosur Comunidad Costera del Sur) y otros colectivos e instituciones barriales han formado una Red Comunitaria para intervenir decididamente en el tema. COMCOSUR también señalan que la petrolera Shell podría tener intereses creados. La firma holandesa aún tiene un juicio millonario con Magdalena por un derrame de crudo y tienen miedo que eso entre en la negociación.

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