Peligro en el aire

Un año del Aeropuerto El Palomar: denuncian que los vuelos de Flybondi y JetSmart afectan a vecinos de seis distritos

A un año del inicio del funcionamiento de la controvertida terminal área , los habitantes de Hurlingham, Morón, La Matanza, Tres de Febrero, San Martín y San Miguel denuncian vuelos rasantes y ruidos ensordecedores que afectan a un área urbana densamente poblada.

A un año de la puesta en funcionamiento del aeropuerto comercial en El Palomar, los vecinos continúan tanto con los reclamos para que se clausure y cesen los vuelos de Flybondi y JetSmart. Es que denuncian efectos nocivos que se extienden cada vez más y afectan a miles de vecinos de seis municipios linderos al predio de la base militar del oeste del conurbano bonaerense.

En un principio las zonas más afectadas fueron Hurlingham, Morón y Tres de Febrero, sin embargo con el aumento en la cantidad de vuelos - que ya alcanza los 40 por día según señalaron los denunciantes-, las consecuencias negativas comenzaron a sentirse en otros distritos. A través de las redes sociales, en los últimos meses crecieron en forma significativa las quejas y reclamos de vecinos de barrios que, en principio, se creía no estaban damnificados. Ejemplos de ello son los vecinos de  Ramos Mejía, Ciudadela, Bella Vista, San Miguel, Haedo, Caseros, Santos Lugares, Villa Bosch, San Martín, Villa Sarmiento y Parque Leloir, entre otros.

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La Matanza es uno de los municipios donde se registran mayor cantidad de quejas contra el aeropuerto El Palomar, en especial de quienes viven en los edificios de Ramos Mejía donde aseguran que los aviones pasan demasiado cerca de las torres residenciales. Lo propio sucede con Bella Vista y San Miguel, que sufren el paso a baja altura de los aviones.

 

 

Asimismo, hay gran cantidad de quejas de vecinos y alumnos en la zona de la Universidad Nacional de La Matanza, así como también en el Hospital Posadas y zonas aledañas, incluso afirman que en la sala de cirugías del Hospital se siente la vibración de los aviones, lo que dificulta las delicadas operaciones que allí se practican.

 

 

El funcionamiento del improvisado aeropuerto trae aparejado lo que los vecinos llaman “síndrome Flybondi”. El mismo, tal cual relataron, consiste en “ruidos insoportables, vuelos rasantes y el miedo a una tragedia”. Una gran cantidad de filmaciones y fotografías tomadas inundan las redes sociales. De hecho, desde que la polémica low cost opera, el fantasma de una nueva tragedia como la de LAPA sobrevuela Hurlingham, El Palomar y alrededores.

 

 

En este marco, el fiscal federal Di Lello ordenó que se suspendan los vuelos y del aeropuerto de El Palomar. Hace seis meses rige la solicitud de clausura definitiva de la terminal aérea en atención al peligro que representa la “cercanía de instituciones educativas en la aproximación del despegue y aterrizaje de los vuelos”, los “conflictos en seguridad operacional del tráfico aéreo”, entre otras cuestiones que ponen en riesgo la “seguridad pública” de pasajeros y vecinos de una zona densamente poblada como es la de los seis municipios que rodean la zona (Hurlingham, Morón, La Matanza, Tres de Febrero, San Martín y San Miguel).

 

 

El fiscal alertó que la justicia debe actuar "antes que se caiga un avión y haya que lamentar centenares de muertos entre pasajeros y vecinos de El Palomar y alrededores". Si bien la solicitud  fue ratificada por otros dos fiscales federales (Germán Moldes y Franco Picardi), la jueza Martina Forns no sólo se negó a cerrar El Palomar sino que avanzó en la dirección opuesta. De este modo, avaló el pedido del gobierno de Macri de intentar empezar a cerrar la causa del amparo colectivo vecinal que fue radicado en el Juzgado N°2 de San Martín, a cargo de la magistrada el 14 de septiembre de 2017.

Anteriormente Forns ya había sido objeto de duras criticas cuando se reveló un presunto acuerdo entre la magistrada, los jueces Salas, Morán y Fernández de la Cámara de Apelaciones de San Martín y el gobierno nacional para permitir vuelos ilimitados de Flybondi, algo que finalmente sucedió el 10 de Abril de 2018.

 

 

En la actualidad tanto Flybondi como también JetSmart (cuyo dueño William Franke participó del vaciamiento de Aerolíneas Argentinas y Austral en los ’90 dejándola al borde la quiebra en 2001), utilizan el aeropuerto, que además de estar denunciado por supuestas vinculaciones con el narcotráfico y lavado de dinero, posee una demanda judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el uso comercial del lugar. Al mismo tiempo, posee el rechazo masivo de los vecinos de Hurlingham, Morón, Tres de Febrero, La Matanza y San Martín que repudiaron las llegadas de las aerolíneas por los daños y contaminación que cada vez se profundizan más.

A fines del año pasado Julian Cook fue desplazado de su cargo como CEO de Flybondi por decisión de los inversionistas de la low cost quienes desaprobaron con duras críticas su gestión al frente de la aerolínea y en especial le recriminaron como mayor error estratégico haber elegido la Base Militar de El Palomar para volar en Buenos Aires.

Ante la falta de respuestas de Forns, crece el malestar entre los vecinos e, incluso, la irregular actuación de la magistrada al frente de la causa le valió el pedido de juicio político que hizo Nora Cortiñas, titular de Madres de Plaza de Mayo.

 

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