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Los secretos del “escultor público” de Gesell: inmortalizó al Che, a Spinetta y a Tita Merello

Se trata de Leonardo Castellani, el artista que hace 22 años trabaja para materializar los sentimientos, fanatismos e historia de los gesellinos. Cómo es su técnica de “modelo vivo” y cuál es su cuenta pendiente.

En medio de las 14 hectáreas del bosque fundacional, Villa Gesell esconde uno de sus secretos más raros e interesantes. A metros de la primera casa de Don Carlos, está el taller del “escultor municipal” Leonardo Castellani.Con una treintena de obras y una trayectoria de 22 años, debe ser uno de los pocos artistas públicos del país.

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A pedido de los vecinos, de organizaciones de la sociedad civil o del Municipio, Castellani termina un trabajo y empieza otro. Es raro no encontrarlo en medio de un proyecto. El equipo de INFOCIELO lo sorprendió con un pedido de temática religiosa para una iglesia.

“Lo interesante del arte público es que las demandas parten de la sociedad y yo trato de casi no intervenir”, explica Castellani sobre esta modalidad. De esta manera retrató a Luis Alberto Spinetta, el Che Guevara o Tita Merello, entre otros personajes.

La creatividad empieza cuando la figura ya está definida. “Ahí arranca un proceso donde hay que decidir cómo será la forma, en qué lugar será puesto, el material, todo”, explica.

Una vez cerrado el diseño definitivo, Castellani aplica una técnica que lo distingue y que, según él, es la “amalgama” de todos los elementos: el modelo vivo. “Para la del Flaco convoqué a una hombre y a una mujer joven para capturar el movimiento y la integralidad del cuerpo”, recuerda.

El Spinetta de la esquina de 114 y 3 es joven, viste jean, tiene el torso desnudo y toca una de sus guitarras preferidas. “La guitarra fue un consejo de los músicos locales y está en cuero porque así aparece en una foto muy conocida de su paso por Gesell”, detalla Castellani.

Con el guerrillero heroico hubo un mix. Está sentado en un banco en 107 y la playa pero vestido de fajina, barbudo y con su boina estelada.  “Es la playa que visitó cuando empezaba su viaje por América Latina pero lo tuvimos que hacer de grande para que la gente lo reconozca”, advierte Castellani.

Para aquel que no está familiarizado con esa profesión, el atelier de Castellani puede resultar fascinante: los estantes están llenos de sus creaciones –o partes de ellas como cabezas o brazos- en miniaturas de yeso. Las paredes están, además, empapeladas con bocetos.

El Taller de Arte

Allí funciona el denominado “Taller de Arte para la Ciudad”, donde las vecinas y vecinos interesados pueden dar sus primeros pasos en la escultura y el dibujos. Los cursos son gratuitos o con precios populares.

En muchas ocasiones, por una cuestión de tiempo o por la necesidad de nutrirse de otras opiniones, las clases y los proyectos se entremezclan. “A veces aprovecho para ir resolviendo problemas de realización de algún encargo”, cuenta Castellani.

El objetivo, aclara, no es que “salgan todos escultores”, sino que “se vayan con algo” que “les ayude en su vida cotidiana”. Los participantes son de todas las edades y no es excluyente que tengan conocimientos previos.

A pesar de su vasto currículum, Castellani tiene como cuenta pendiente un monumento de Carlos Gesell. “Yo me lo imagino vinculado con la naturaleza porque eso fue lo que lo obsesionó, su lucha contra los médanos y la ciudad en medio del bosque, entre cosas”, adelanta.

Cuando su carrera cumplió dos décadas, Castellani logró recopilar parte de sus motivos en el libro “Esculturas”. Se trata de un compendio de teoría y de práctica que resume su perspectiva. “Hice dos vía crucis, así que ahí ya tengo 14 por cada uno; pero después de eso tengo como veinte más”, enumera con humildad.

“¿Cuál es tu escultura favorita?”, le preguntó este portal. “Siempre soy fanático de la última porque todo el trabajo que tengo que hacer y por cómo me comprometo”, respondió. La más reciente fue el indio querandí de Mar de Las Pampas, en honor al pueblo originario que habitó estas tierras del tuyú.

Nota y entrevistas: Eduardo Aller

Videos y fotos: Daniel Olivero

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