Sociedad
Festejo de fin de año

Tradición muñequera en La Plata: del campeonato de Cambaceres al realismo mágico entre diagonales

El ritual que los platenses practican cada fin de año resulta extraño para los que no nacieron entre los tilos de la ciudad capital, tiene un toque de carnaval, protesta y espiritualidad pero sus raíces son futboleras. Por qué se queman muñecos cada fin de año.

Como en un cuento, pasadas las doce de la noche del último día del año, la ciudad de La Plata se enciende. En los edificios del centro se reflejan llamas vivas y ardientes de fiesta, el calor avanza por los pasillos del barrio Monasterio, el Mondongo se tiñe de naranja fuego. Ringuelet, Abasto, Tolosa, Gonnet, Los Hornos. En cada recoveco diseñado por Benoit se puede evidenciar una drástica transformación a causa de un ritual autóctono donde todos y cada uno de los platenses se encolumna detrás del encantamiento. En el casco y en la periferia, hasta a Berisso y Ensenada llegó el contagio.

Lo que comenzó como una celebración de un torneo de fútbol hace más de 60 años, que pasó a ser un infalible método de purificación de energías mediante la quema de malas vibraciones, es actualmente una tradición que atrae con su magia colectiva.

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A ver, lo dijo Gabo, la primera condición del realismo mágico, como su nombre lo indica, es que sea un hecho rigurosamente cierto que, sin embargo, parece fantástico.

Hacer una recorrida a fines de diciembre por la Ciudad de La Plata y sus alrededores es una aventura, uno se puede topar con dinosaurios de tamaño real; con monstruos de diversos colores; con el mismísimo Batman y todos sus villanos; con duendes del  Bosque; con un grupo de filibusteros en su barco en el medio de la rambla de 31; el abuelo de la película infantil UP; todos los personajes de Madagascar; un King Kong gigante; y hasta Diego Armando Maradona se encuentra Villa Arguello.

Hay quienes aseguran haberse cruzado con su personaje favorito a la vuelta de la esquina solo con haberlo deseado profundamente. Hechizos encarnados a fuego como creencias populares.

La Plata muestra a sus vecinos y visitantes un pedazo de fantasía en la realidad cotidiana; expone acontecimientos ilógicos y surrealistas en un entorno que los acepta como normales. Ese, el verdadero realismo mágico de García Márquez.

 

Desde el campeonato de Cambaceres

 

La tradición ya arraigada en los vecinos de La Plata data desde el año 1956 cuando Don Luis Tórtora hizo un muñeco de trapo para festejar el campeonato de Cambaceres en la Liga Amateur Platense y celebrar el año nuevo. Esa idea convocante por entonces, fue corriendo de barrio en barrio, y fue tomando diversas formas, y representando diferentes expresiones: festejo, protesta y homenaje.

En los años 90 y principios del 2000 tuvo su máximo esplendor con más de 200 muñecos a lo largo y ancho de toda la región. Posteriormente la cantidad bajó pero nunca desapareció. Muy por el contrario, muta para reinventarse.

Foto: Muñecos La Plata

Foto: Muñecos La Plata

Julian Barbetti es periodista y se encarga de recolectar cada año todos los muñecos que se erigen en la ciudad en una especie de bitácora publicada en redes sociales bajo el sello “Muñecos La Plata”.

 

“La confección de un muñeco lleva mucho tiempo y dinero, por eso creo que el caudal varía año tras año por un factor fundamental que es el económico, como también por la rigurosidad de los requisitos que impone el municipio en tanto tamaños, ubicación y quema”, detalla a INFOCIELO.

Sin embargo, durante una de las crisis económicas y sociales más grandes del país, la ciudad capital tuvo su auge muñequero. Para Barbetti, “tiene que ver con que en aquel momento la gente necesitó expresar su descontento”, y por eso “hubo mucho muñeco de político, piquetero, para luego quemar en forma de protesta”, tras las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001.

También se tiene en cuenta el factor tecnológico y su consecuente transformación de hábitos: “las nuevas generaciones están más aferradas a los teléfonos y computadoras, y no tanto al barrio y las calles o esquinas”, destaca.

Además, fueron y son inspirados en películas, canciones, personajes públicos y mediáticos, dibujos animados, futbolistas, cantantes, y hasta el Papa fue muñeco. Pero también sucede al revés, “películas y canciones se basaron en la tradición platense, como por ejemplo, el film ´En busca del muñeco perdido´, y el tema musical de la banda Impulsos Repentinos, ´Muñecos´, cuenta.

 

Cómo se hacen y dónde están

 

En principio fueron de trapos, y actualmente son confeccionados con maderas, alambre, cartón, papeles de diario y pintura. Entre amigos y familiares se comienza con el ritual mucho tiempo antes de la exposición, a pulmón para mantener de pie la tradición.

Suelen quemarse ni bien arranca el año nuevo, durante la madrugada, y para hacerlo hay que contar con el aval de las autoridades de la ciudad. “La Municipalidad de La Plata cuenta con un registro de las obras, al que hay que inscribirse para poder realizarlas y además otorga premios a los cinco más votados”, cuenta Barbetti quien además detalla que “la votación es en la página web GeoMomos e inicia a la medianoche del 30 de diciembre y se extiende hasta las 23 horas del 31”.

En la misma web, está publicado el listado completo y el mapa de los muñecos, y el monto de los premios: el ganador se llevará $40 mil pesos, el segundo $25 mil, el tercero $18 mil y $12 mil el cuarto.

No es el único premio que se otorga. El programa radial “Momos La Voz de los Muñecos”, este año ofrecerá premios para los mejores, más creativos, originales y con mejor escenografía, elegidos por un jurado compuesto por muñequeros. También una emisora local entregará su propio premio con una suma económica importante a los mejores.

Los muñecos están a lo largo y ancho de toda la ciudad. Ahí en las calles 25 y 524, 16 y 78, 17 y 53, entre tantas otras. Se exponen en plena vía pública, luego de un gran proceso de elaboración que puede llegar a durar casi todo un año en garajes, galpones y patios.

Algunos están exposición desde el 27 de diciembre, el ejemplo claro está sobre la rambla de 72. En 7, el Grupo Muñe del Tanque realizó varios dinosaurios a escala real con la posibilidad de pasear entre ellos al estilo Parque Jurásico, con shows musicales y patio de comida.

Foto: Muñecos La Plata

Lo mismo ocurre en 13 con el Grupo de Artistas, Autodidactas y Muñequeros Drako, que este año presentó “Miedos, realidad o fantasía” con show de movimiento, relatando una linda historia para toda la familia y espectáculos musicales.

Foto: Muñecos La Plata

En 14 está montada Ciudad Gótica, con un Batman que celebra su 80 aniversario y todos los personajes que pasaron por la saga. El Grupo 13 y 74 también ofrece un show de movimientos y luces, y feria gastronómica a los visitantes.

Foto: Muñecos La Plata

 

La tradición es el otro

Que la magia, la fantasía, el festejo y la protesta, que el fútbol y el carnaval. Pero también el trabajo comunitario y en equipo, el otro y su disfrute. Karen es muñequera del Grupo 19 y 73 que este año crearon la réplica de los personales de la película Moana. “Para mi hacer un muñeco es transmitir a la gente el significado de esta tradición, ver disfrutar a cada uno que viene a verlo es importantísimo, eso me llena, me alcanza para poder conservar, transmitir y difundir lo que es este hermoso hacer”, le contó a INFOCIELO y coincidió con su compañera y vecina Micaela, que asegura que se trata de “una hermosa experiencia donde se une la familia y los amigos”, y que la mejor retribución es “la sonrisa de los nenes cuando ven la creación de todos los años”.

Foto: Grupo 19 y 73

En la misma línea se expresó, Luciano del Grupo La Tradición: “Para mi hacer muñecos significa amistad, trabajo en equipo y justamente como es en diciembre es una linda fecha para despedir el año y arrancar uno mejor, para mí eso es la tradición de la ciudad de la plata, bien muñequera, bien momera”.

Es que hay quienes, además de encontrarse con sus afectos en la construcción de un todo colectivo, hallan en la tradición una especie de regalo a la comunidad. Karina del Grupo La Tradición, le confesó a este portal que hacer muñecos “es una terapia, algo que une al barrio”, y considera “increíble” como el proceso “une generaciones, donde participa gente con experiencia y otra que recién comienza”, y “te conocés con gente del barrio que por ahí antes no te saludabas, y eso es muy gratificante, ojalá nunca se termine”.

No terminará. Al menos por un tiempo seguirá vigente porque así lo prometieron varios grupos muñequeros. Después del 1 de enero del 2020, la tradición platense se tomará un respiro y volverá el próximo diciembre a la medianoche, para convertir a la ciudad de La Plata en Macondo, donde una vez más, nadie será capaz de distinguir fantasía o realidad.

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