El Día de la Milanesa nació de las redes sociales y quedó decretado para cada 3 de mayo. En este fecha, en toda la Argentina se recuerda el origen de un clásico que figura al top de la gastronomía de nuestro país.
De cada 10 personas encuestadas, a 9 les gusta la milanesa y 4 la eligen como su plato preferido.
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Entre niños y adolescentes su aceptación sube aún más de acuerdo a los guarismos de restaurantes y casas de comida en los principales centros urbanos del país.
Ni el asado, ni las pastas, ni la pizza ni las empanadas: El plato predilecto del paladar criollo son las milanesas en sus decenas de variedades.
DEFINICIÓN
La milanesa es un bife de carne rebozado en pan rallado (puede haber variantes y aditamentos) que se fríe o se puede también cocinar al horno.
El nombre “milanesa” más tarde se adoptó como genérico para cocinar de esta forma distintos alimentos, además de la carne bovina (pollo, cerdo y pescado), tales como soja, queso, berenjena y otras verduras.
Según un estudio del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) la milanesa es la comida con carne vacuna que más se come en el hogar argentino.
¿CÓMO Y DÓNDE NACIÓ?
El origen de este plato es disputado. Por un lado se atribuye a la ciudad italiana de Milán, en donde se conoce como Cotoletta (cotoletta alla milanese, por ser habitual en la cocina de esa ciudad del norte de Italia).
Sin embargo hay que remontarse al 1134, cuando Milán fue parte del Imperio Austro-Húngaro, para encontrar registros de un cocinero italiano ofreciendo en Austria a la Corte este plato de un pedazo de carne cortado tipo filete y rebozado, por primera vez.
Con la llegada de inmigrantes a la Argentina, este popular plato que celebra hoy su Día fue mutando hasta lo que se conoce en la actualidad. De hecho en un principio se cocinaba como un bife con hueso rebozado.
NORTE Y SUR UNIDOS NACE LA MILANESA NAPOLITANA
La paradoja de la “milanesa napolitana” es que a pesar de sus nombres gentilicios del norte y sur de Italia, es un invento argentino.
Es una milanesa hecha “pizza”, con salsa de tomate, jamón y queso.
Existe una historia no oficial, casi legendaria que indica que la milanesa a la napolitana surgió en los años 50 en una fonda que estaba ubicada frente al estadio Luna Park de Buenos Aires, cuyo dueño se llamaba José Nápoli.
Como tantas otras recetas de la historia de la gastronomía, un error o accidente habría originado la variante: al cocinero se le quemó una tanda de milanesas y, para disimular, las cubrió con salsa de tomate y queso mozzarella, como si se tratara de una pizza.
Probablemente eso nunca sucedió como lo del Dulce de Leche inventado por error y casualidad por la criada de Juan Manuel de Rosas, pero ¿por qué la verdad histórica debería privarnos de esos grandes mitos?.
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