

A días de conocerse la sentencia por el juicio que tuvo como acusado al exjuez César Melazo, desde la defensa aseguran que hubo persecución política
El abogado Christian Romano, uno de los representantes legales de Melazo, en un escrito sostuvo: “Vemos que el tribunal, por mayoría, ha dejado de lado la figura de jefe de una asociación ilícita en su veredicto. El otro aspecto pretendido por la fiscalía era la multiplicidad de hechos de tenencia de armas del que prevaleció solo uno. Cualquier estudiante de derecho avanzado sabe que tal cosa no podría haber prosperado. Los fiscales, lógicamente, también lo sabían, pero la aprovecharon la oportunidad para darle intensidad a su montaje acusatorio”.
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Al hablar de las irregularidades del proceso, Romano apuntó contra uno de los fiscales de juicio: Mariano Sibuet.
“El fiscal de juicio Sibuet fue perseguido en la misma causa que Cesar Melazo, el de la triple fuga de General Alvear. Y para liberarse de esa causa a Melazo le propusieron negociaciones que no aceptó, y que saltaron a la luz recientemente.
La persecución política continuó contra Melazo y no contra Sibuet. Hoy Sibuet formó parte del sanedrín con un dejó de ajenidad que sabemos espurio.
No hay que ser un iluminado para entender que Sibuet debía haberse apartado antes de comenzar el debate.
Es parte del espectáculo procesal armado para perseguir rivales políticos. Propio de un ‘Ritual de Ejecución’ como podrían ser los espectáculos montados alrededor de la guillotina. Ese paralelismo no es accidental, aquí también se usó vilmente la imagen de una persona asesinada para darle rienda suelta a la ordalía que se preparaba: Juan Farías sigue esperando justicia”.
Como se recordará, Farías fue asesinado a disparos en diciembre de 2010 en un edificio del barrio La Loma de La Plata, y fue el hecho por el que se inició la investigación contra Melazo, funcionarios judiciales y policiales, barrabravas y personas con antecedentes penales.
Romano siguió: “Ya es público que la fiscalía probó con toda las herramientas que tenía en su poder (hasta aquellas cuya ética es dudosa, sin hablar del principio de legalidad) para armar un proceso alrededor de una sentencia. Sí. No es un error de redacción: aquí se partió de la voluntad de acusar a Melazo. Faltaba encontrarle un delito al cual subirlo. Eso hizo el ministerio público fiscal. Por eso las denuncias de testigos apretados, de policías que querían volver a declarar para distorsionar sus autoincrimimnaciones, encubrir todos los atropellos para que no se caiga la obtención de una sentencia (instructores) y de civiles amenazados con sufrir las mismas consecuencias que luego se materializaron”.
“Los testigos dijeron en el juicio que la fiscal los apretó. Testigos le dijeron al Tribunal que se sentían intimidados por la fiscalía”, aseguró el letrado.
“¿Y resulta que llegaron a juicio pensando impunemente que Melazo era el viejo de la bolsa? Cuando es la cara visible de una víctima de la persecución de opositores al Gobierno de Cambiemos desde el propio yugo del Estado que apretaba jueces y violaba continuamente la división de poderes.
Los Jueces que votaron en mayoría determinaron, en modo criterioso, que las líneas de la pena solicitada por la fiscalía (y apoyadas por la presidente del tribunal) no tenían una base racional que les permitiese subsistir.
En ese oscuro sendero donde la justicia estuvo apartada, se les olvidó a los acusadores, que todo el proceso giraba en torno a la necesidad de resolver el homicidio de Juan Farías. Su muerte, aparte de seguir impune, fue oprobiosamente usada para justificar un despliegue de recursos jurisdiccionales nunca visto.
En lo material, si bien aún no tenemos los fundamentos del veredicto condenatorio, ha surgido que el tribunal, acotó el desbarro de la fiscalía reteniendo la participación de Melazo en una asociación ilícita. Esa apreciación, que retenemos errónea, va aser el eje principal de nuestra impugnación. Estamos persuadidos de poder demostrar en cada instancia, que eso es inexacto, que nunca existió un acuerdo criminal, y que de haber existido, jamás Melazo tuvo ningún grado de participación, ni siquiera conocimiento al respecto.
En días Melazo estará en su casa y su absolución por la Alzada es cuestión de meses”, concluyó Romano.
El exjuez de La Plata César Melazo fue condenado a 7 años y medio de prisión como "coautor" de una asociación ilícita dedicada a cometer robos, liberar zonas y encubrir delitos junto a policías, barrabravas y funcionarios judiciales, mientras que otros cinco acusados también recibieron penas de cumplimiento efectivo.
En un fallo por mayoría, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 platense, absolvió a otros tres imputados, dos de los cuales fueron juzgados en este juicio por un homicidio de diciembre del 2010 y que tuvo como víctima a un supuesto miembro de la misma organización.
El tribunal estuvo integrado por los jueces Santiago Paolini, Andrés Vitali y Silvia Hoerr; siendo esta última quien votó en disidencia
Según las fuentes, la magistrada consideró que Melazo debía ser condenado a 15 años de prisión como "jefe" de la asociación ilícita, tal como lo habían solicitado los fiscales de juicio Mariano Sibuet y Victoria Huergo.
Sin embargo, los otros dos jueces fijaron una condena de 7 años y medio y en carácter de "coautor".
En tanto, el tribunal condenó a Gustavo Burzstyn a 7 años y 10 meses de prisión, al expolicía Gustavo Mena a 6 años, a Adrián Manes a 4 años y medio, a Carlos Bertoni a 4 años y a Enrique Petrullo también a 4 años, pero por "tráfico de influencias".
En el debate también se ventiló el homicidio de Juan Farías, un presunto exintegrante de la misma banda, aunque los dos acusados de ese crimen, Héctor Vega y Martín Fernández, resultaron absueltos.
Carlos Barroso Luna también fue absuelto, pero por el delito de "asociación ilícita".
A su vez, el tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia el 17 de abril próximo.
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