El ex presidente Mauricio Macri reapareció en la escena política nacional y brindó fuertes definiciones respecto a la actualidad y su proyecto de país que despertaron la interna dentro de Juntos por el Cambio, especialmente con el sector del radicalismo.
El responsable del endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018, y del comienzo de una devaluación histórica en nuestro país, cuestionó abiertamente al gobierno nacional por los “impuestos impagables” y pidió la privatización de Aerolíneas Argentinas con una justificación similar a la de los años ’90.
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“Aerolíneas se transforma en algo emblemático de la Argentina que tiene que venir. ¿Por qué el 90% de los argentinos va a pagar las ineficiencias, las barbaridades de Biró y sus amigos? 700 millones de dólares por año en vez de construir escuelas, rutas, mejor internet, tener equilibrio fiscal”, dijo el ex presidente en una conversación con Martín Tetaz.
No quedó ahí. Al día siguiente, en una entrevista con Radio Mitre, el ex presidente reivindicó la figura del fallecido Carlos Menem. “Resolvió los problemas de la grieta en la Argentina”, elogió Mauricio Macri, y dijo que “cada vez va a ser más reivindicado con el tiempo”.
“Él vino con un peronismo moderno, intentando realmente unir a los argentinos detrás de la producción, el empleo, el progreso, pacificó la Argentina y esta gente ha vuelto a predicar sistemáticamente el discurso del odio”, agregó el ex mandatario.
Mauricio Macri, Carlos Menem y una amistad añeja
La afinidad de los Macri al menemismo es conocida y data de fines de los ’80. En ese momento, la familia Macri no formaba parte del escenario político del país. Aunque era cercana al poder, lo hacía del otro lado del mostrador, como empresarios contratistas del Estado.
El pedido de Mauricio Macri de privatizar Aerolíneas Argentinas recuerda a 1997, en plena gestión privatizadora de Carlos Menem, cuando vendió Correo Argentino al grupo SOCMA, de Franco Macri y Mauricio Macri. Las deudas que los Macri tomaron con el Estado por la administración de la empresa aún están en juicio.
Dos años antes, en 1995, la familia del líder PRO había sido beneficiada por el decreto 493 del ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo, que condonó deudas, intereses y multas a diversas compañías, en lo que se conoció como “el decreto Sevel”.
No es de extrañar, entonces, que Mauricio Macri sienta nostalgia por los años menemistas en los que acumuló grandes fortunas, dejó atrás deudas y –dato no menor– logró limpiar su imagen política asociada a la corrupción con la presidencia de Boca Juniors, donde logró 17 títulos futbolísticos, entre ellos tres Copas Libertadores y dos Copas Intercontinental.
Cuando dio el salto de Boca a la política nacional, previo mandato como Jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri se despegó de Carlos Menem. Claro, en aquel momento la figura del ex presidente se encontraba en el subsuelo luego de la crisis de 2001 y la traumática salida de la dolarización, que hoy un sector “liberal” propone nuevamente como solución.
La UCR, resistencia dentro de Juntos por el Cambio
La reivindicación de Mauricio Macri al gobierno de Carlos Menem no pasó desapercibida por el ala radical de Juntos por el Cambio, que salió a cuestionar abiertamente al líder del PRO. Fue Gerardo Morales quien tomó el liderazgo de las críticas.
“Rechazamos las políticas neoliberales implementadas por el menemismo en los 90 que hoy reivindican algunas voces de la política argentina. Estás medidas destruyeron nuestro aparato productivo, nos hicieron más pobres y terminaron con la esperanza de nuestro pueblo”, dijo el gobernador de Jujuy en relación a las palabras de Mauricio Macri.
Desde el PRO lo trataron de “kirchnerista”. El propio Macri le había dedicado unas palabras en la entrevista con Radio Mitre. “Hay que saber tener una distancia inteligente para no ser manoseado, manipulado”, le advirtió y lo asoció con el sector “blando” que dialoga con Alberto Fernández.
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