

Las negociaciones entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, estancadas a lo largo de la última semana, alumbraron una salida salomónica.
La Cámara de Diputados bonaerense pasará a tener tres autoridades “con firma” a partir del recambio de este año. Así lo establece el acuerdo al que arribaron el oficialismo entrante, el Frente de Todos, y el oficialismo saliente de Juntos por el Cambio.
Los elegidos para presidir la Cámara Joven son Federico Otermin, diputado que responde al intendente de Lomas, Martín Insaurralde; Carlos “Cuto” Moreno, dirigente kirchnerista que tiene el aval de Axel Kicillof, y Adrián Urrelli, diputado del PRO que reporta al intendente de Lanús, Néstor Grindetti.
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La “triple firma” impone un control repartido de los expedientes legislativos pero también de los administrativos, es decir de una caja que en 2019 totalizó 8.300 millones de pesos. Y significa un paso adelante desde la negociación de 2015, donde se incorporó por primera vez la “doble firma”.
En Cambiemos esperaban quedarse con el cargo que detenta Moreno y compartir equitativamente el control de gastos de la Cámara. Es que, entendían, era la réplica del esquema que validó Vidal. Pero el peronismo señaló que entonces el oficialismo no tenía la primera minoría, y negociaba en posición de debilidad, lo que no ocurre ahora.
Las fugas que se produjeron en las últimas horas, con cuatro diputados que formaron una bancada propia, y la casi segura partida de Natalia Sánchez Jáuregui, que pertenece al partido Fe, minaron esas expectativas a partir de la drástica reducción de voluntades que experimentó el bloque que conducirá el marplatense y radical Maximiliano Abad.
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