

El domingo se realizará la tradicional maratón de la UNLP y los participantes correrán con remeras hechas por cooperativas locales conformadas por ex detenidos.
El próximo domingo se realizará la tradicional maratón de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) “Delfor De La Canal” y los corredores participarán con remeras fabricadas y estampadas por cooperativas locales conformadas por ex detenidos.
Agrupaciones de liberados y liberadas que forman parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos/as (MTE-UTEP), confeccionaron las prendas y les aplicaron diseño para que puedan ser utilizadas por quienes estén inscriptos a la actividad deportiva solidaria y abierta a toda la comunidad, organizada por la Prosecretaría de Bienestar Universitario y la Dirección General de Deportes de la UNLP.
TE PUEDE INTERESAR
Osvaldo Foti, referente de la rama de Liberados del MTE y a cargo de la cooperativa de serigrafía “RIF” se refirió a la experiencia en diálogo con INFOCIELO y explicó: “Este laburo se llevó adelante con la rama textil del Movimiento, que se encargó de cortar y costurar las 9.000 remeras, en los once polos productivos”.
“A su vez, la parte de la estampa, se dividió entre dos espacios: una parte la hicieron las mujeres del espacio textil, y la otra, nosotros, que pertenecemos a la rama de liberados”, precisó Foti.
Si bien estas acciones se enmarcan en el convenio de cooperación permanente suscripto entre la UNLP y las cooperativas de ex detenidos, en esta acción puntual, las partes involucradas debieron ganar la licitación.
“Para nosotros, es muy importante hacer esto para la UNLP, porque sentimos que es un triunfo. De todas las licitaciones, nos eligieron a nosotros. Si bien hay un vínculo, acá logramos ganar frente a otros competidores de gran renombre. Realmente, es muy gratificante que la Universidad apueste a cooperativas como las nuestras, porque es también una manera de demostrar que estamos en condiciones de ofrecer un producto de muy buena calidad”, expresó el trabajador de “RIF”.
El estampado se realizó en el polo productivo que se ubica en el barrio Altos de San Lorenzo. Allí, la tarea se llevó a cabo en ocho días y estuvo a cargo de seis personas que, en algún momento, habitaron una cárcel.
“Que organismos del Estado apuesten a contratar los servicios que se ofrecen desde las ramas de liberados y liberadas, es parte de comprender que, también, se está fomentando una propuesta de seguridad. Acá no solamente contenemos a los que salen o a quienes tienen arresto domiciliario, sino que estamos construyendo otro tipo de sociedad, que no tiene que ver con el castigo, la disciplina, las balas y la cárcel, sino, más bien, con el trabajo y el salario para construir una vida digna, y para que las personas no vuelvan al delito”, remarcó Foti a este medio.
Dejanos tu opinión