Sociedad
FRACTURA EN LA OPOSICIÓN... MEDIÁTICA

Se cansó de esperar: Eterno invitado a lo de Luis Majul se fue al aire

El eterno economista de consulta de los medios opositores Roberto Cachanosky se hartó de esperar su turno en el programa de Luis Majul, se levantó y se fue

Los ánimos sobre el fin de año no son los mejores en la interna de la oposición, que incluye a su arma más artera, como son los medios de comunicación masivos. Esta vez sucedió durante el ciclo que a diario conduce Luis Majul en la señal de cable del Diario La Nación, en donde el clima parece tampoco ser el más acorde a las fiestas de Navidad y Año nuevo que ya están encima.

Sumado a las rispideces ya señaladas entre el periodismo dominante y la coalición opositora de 'Juntos por el Cambio', por sus escisiones y su falta de compromiso en la labor parlamentaria, ahora el 'crack' se dio entre el economista liberal invitado casi a diario por La Nación, TN, A24 y demás canales de noticias, Roberto Cachanosky y el conductor Luis Majul a causa de la organización de los tiempos del programa.

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Todo comenzó con el malestar de Cachanosky por la demora en su intervención durante la emisión de la noche del jueves.

Invitado al ciclo como casi todas las semanas, lo del economista casi podría traducirse en 'columna estable', pero no. Por ahora sigue siendo solo un invitado porque es útil al lineamiento ideológico que pretende La Nación y no un empleado de 'planta', o un contratado por la empresa en sí misma.

Por lo tanto el economista sintió que estaban 'jugando con su tiempo' y se retobó en vivo, al aire.

Luis Majul, lejos de intentar calmarlo dándole la palabra, lo instó a que se tranquilice o de lo contrario siga haciendo sus tareas y se retire.

Después de unos segundos de incertidumbre, Roberto Cachanosky optó por la segunda posibilidad y dejó la silla vacía ante la (un tanto asombrada) mirada de Majul, quien prefirió continuar con el programa como si nada hubiera pasado despidiendo a su invitado y justificando que, de todos modos, el economista está a toda hora y en todos los programas de La Nación.

LA ESPERA QUE LO DESESPERÓ

"Ya vamos a ir con vos Roberto", comenzó Luis Majul la justificación por la demora de alrededor de 40 minutos en que el invitado iniciará el uso de la palabra.

Ante esto Cachanosky respondió mirando su reloj pulsera: "Si porque si no me voy eh, no hay ningún problema", expresó inicialmente con algo de sorna.

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Luis Majul no pudo evitar que uno de sus permanentes invitados, el economista Roberto Cachanosky, se sintiera destratado por tener que aguardar 40 minutos para participar del programa, y en consecuencia se levantara, yéndose en vivo del estudio de La Nación

Ante esa declaración, Luis Majul redobló la jugada y le dijo: "Mirá, no te vayas a enojar, pero falta para el programa... Pero si te tenés que ir, no hay ningún problema", le señaló envalentonado, quizás creyendo que su invitado aflojaría la presión por acelerar su participación en el programa.

"No, yo te digo porque hace 40 minutos que estoy acá", dijo Cachanosky observando nuevamente la hora de su reloj.

"No es 'el programa de Roberto Cachanosky'", dijo Luis Majul como minimizando la importancia de la presencia de su invitado, a lo que replicó el economista: "Yo te propongo una cosa. Seguí con Fariña y yo me voy porque en casa están esperándome, viste... Así que te agradezco", señaló irónico.

"Estás en todo tu derecho, acá uno es libre", apuntó Majul, aunque dejó la puerta abierta para no tener la mala situación de que un invitado se levante en vivo de la mesa y agregó: "Entonces si podés esperar unos minutos más, y después...", cuando Cachanosky lo interrumpió y decidido le dijo: "Hablá tranquilo con Valeria, no hay drama".

Allí Luis Majul salió de su hasta ese momento 'superada reacción' y le recriminó: "Yo te pido que esperes. Es la tercera vez que te pido que esperes, si querés esperar, esperá".

"No, no dejá, gracias", reiteró el invitado y ante la certeza de que se levantaría ya Luis Majul lo despidió deseándole que tenga buenas fiestas, mientras Cachanosky se levantaba de su silla, aunque el plano general nunca permitió ver como se retiraba impulsivamente del estudio.

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