Se presentó en la justicia la mujer que había sido asaltada por el ladrón que luego murió en manos de un delivery
La mujer a la que Rubén Gómez, el repartidor de la empresa Glovo, dijo que ayudó el martes a la noche luego de que ella pidiera ayuda tras un robo en el centro de La Plata, se presentó en sede judicial y confirmó lo que declaró el delivery.
La mujer dijo que el ladrón le sustrajo la cartera con una importante suma de dinero y que al pedir ayuda, Gómez persiguió al ladrón.
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La declaración es un elemento importante en la pesquisa ya que los policías que acudieron a la denuncia no habían registrado los datos de la mujer y había que certificar de que el atraco había sucedido.
Como se recordará, Gómez declaró hoy ante la Justicia acusado de homicidio, luego de darle muerte de dos puñaladas a Julio Zapata, de 47 años en la esquina de 10 y 46 el martes de esta semana, y dijo que actuó en defensa propia, y que teme por su vida.
Gómez, que está en libertad y fue imputado por el delito de "homicidio", estuvo acompañado por sus abogados defensores Damián Barbosa y Gustavo Guerrero.
"La situación es muy difícil tanto para mí como para mi familia y la del fallecido", expresó el repartidor a la prensa tras concluir su indagatoria en los tribunales platenses.
Barbosa detalló que "obviamente lo que hizo fue en defensa propia ante una persona que lo amenazó y lo atacó con un arma de fuego".
"Mi defendido vio que Zapata le había robado a una señora, quiso frenarlo y retenerlo hasta que llegara la policía, pero esta persona sacó un arma de fuego y amenazándolo le exigió que le entregue la moto con la que él trabaja para poder huir", precisó.
El letrado apuntó que Zapata "le dio muchos culatazos con el revólver en la cabeza pero por suerte Gómez tenía el casco puesto" y aseguró que en ese momento comenzó entre ambos un forcejeo.
"Ahí Gómez extrajo una navaja que tenía en el bolsillo y que suele usar en el trabajo para abrir paquetes y cortar hilos de embalar. El delincuente nunca soltó el arma de fuego, entonces con la navaja le asestó las dos puñaladas y Zapata cayó al suelo muerto. Recién ahí cayó el revólver. Es el caso típico de defensa propia", sostuvo.
"Es legítima defensa porque mi defendido tuvo que sacar una herramienta de trabajo para evitar que le quiten la vida a él", añadió.
De acuerdo al abogado, esa versión ya fue avalada por dos testigos que declararon en sede judicial.
En tanto, hoy a las 15, en Plaza Moreno, compañeros de Gómez se manifestaron para reclamar medidas de seguridad.
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