Judiciales y Policiales Municipios
"Infame, increíble y torpe" denuncia

Polémica por reapertura de una causa contra un Juez platense

La Justicia de San Martín ordenó reabrir una investigación contra un Juez de Garantías platense que había sido archivada hace tan sólo un par de meses, y en los corrillos de la rosca judicial bonaerense empezaron a correr rumores sobre una presunta embestida para lograr que el apuntado, Guillermo Atencio, renuncie al cargo.

La historia entrelaza relaciones habituales entre política y justicia, y hay quienes buscan la explicación en esta repentina decisión del Fiscal General de San Martín, en ese terreno siempre fangoso. Sobre todo el juez apuntado.

Ahora, es el propio Atencio quien se presentó ante la causa denunciando supuestas advertencias que, según su relato, habría recibido para que renuncie, “a cambio” de lograr que la causa en su contra en el marco de una investigación que involucraba a funcionarios de la gestión anterior en IOMA, quede finalmente archivada. El magistrado asegura no haber sellado ningún acuerdo en ese sentido, pero confirma en tribunales que ese fue el mensaje que recibió tras la reapertura de la causa en su contra. En los mentideros del Poder Judicial, por estas horas, admiten cierta “preocupación” por una “caza de brujas” que –se quejan- se despliega en el ámbito de la Provincia.

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La polémica se abrió después de que el fiscal de Cámara del Departamento Judicial de San Martín, Marcelo Lapargo, ordenara desarchivar la causa que había sido cerrada por el fiscal Edgardo Ledesma tras constatar –según su dictamen- que la denuncia que se originó tras la acusación de una ex empleada de Atencio de nombre Paola Alayo, “no tiene ningún atisbo de verdad”.

Siempre según esa versión, le habrían hecho llegar al magistrado el “profundo malestar que les causaba que no hubiese renunciado después del archivo” de la causa  en su contra. Una especie de pacto de impunidad que el magistrado desconoce ante la Justicia haber sellado con los máximos exponentes del andamiaje judicial bonaerense.

En su defensa, el juez admite haber dejado sentado su malestar en la Corte, “frente a la infame, increíble y torpe denuncia” en su contra por parte de Paolini. La idea, según pudo reconstruir este portal, era transmitir ante el máximo tribunal, la “indignación y necesidad de que todo esto se aclarase, para poderme jubilar y retirarme” sin sospechas en su contra, encuentro en el que le habrían hecho saber que “nada se podía hacer ” frente a una investigación penal en trámite.

La sospecha que riegan es que la reapertura de la causa un par de meses después de que la Justicia ordenara su archivo, es justamente para presionar su retiro. La maniobra, aseguran, es más que una conjetura de un magistrado, con delirio persecutorio. En su entorno afirman tener pruebas en su poder.

En el auto de reapertura de la causa, la Justicia ordenó una serie de medidas probatorias, entre las que aparecen informes de AFIP; Viajes al Exterior; Embarcaciones y Propiedades en otras provincias, que incluyen no sólo al magistrado sino, también, a su propia familia. Siempre según su versión, además de forzadas, las medidas exponen un “exceso del objeto de imputación”.

En ese marco, se presentó en el expediente, reclamando que “se tenga presente el sobreseimiento en la causa, hasta que termine la investigación”

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