Deportes Infocielo
La fiesta de La Palito

En el corazón de La Matanza se jugó el clásico entre Almirante Brown y Nueva Chicago con ambas hinchadas y sin policías

Es una tradición que cobra fuerza cada fin de año. Hinchas de los dos equipos llevan adelante una jornada de fiesta sin violencia que junta a miles. El acuerdo entre los líderes de las hinchadas es suficiente para que no haya desmanes. Mirá las imágenes.

La rivalidad entre Nueva Chicago y Almirante Brown excede barreras, sin embargo, hay una tradición que se repite cada 31 de diciembre que suma cada vez más adeptos en la populosa Villa Palito, un partido de fútbol en el potrero con ambas hinchadas y sin policías.

El canal de You Tube Les Amateurs, que según su descripción se dedica a hacer “periodismo conurbano”, llevo a más de 100 mil personas imágenes inimaginadas antes para cualquier futbolero: Un partido entre Nueva Chicago y Almirante Brown en medio de la Villa Palito, en La Matanza  con ambas hinchadas presentes y sin presencia policial. Un ritual de cierre de año dónde se respeta un código de no violencia y se celebra el folklore futbolero.

TE PUEDE INTERESAR

Más allá de la rivalidad (conocida y con fuertes antecedentes) entre las parcialidades en las imágenes se puede ver cómo cualquier chicana, canción o provocación queda dentro de un espacio que, el público presente, enmarca dentro del “folklore futbolero”. Maximiliano Levy, presidente de Almirante y ex Barra de Boca, explica cómo fue mutando la tradición: "Hace muchos años se hace este ritual, antes era un Ruver - Boca y ahora se hizo más de acá, de La Matanza. Es más lo que genera lo extrafutbolístico que el partido en sí".

Los vecinos que comparten veredas, salidas y amistades cada día de sus vidas pero no camisetas, se juntan -el último día del año y cada uno en su tribuna- para alentar a su equipo antes del comienzo de un nuevo calendario y dejar las diferencias de lado llevado adelante una auténtica fiesta popular.

Daniel Bazán Vera, goleador histórico de Almirante, con más de 10 años de carrera y 340 goles, y vecino de La Palito cuenta: “Es muy lindo saber que todos los 31 se juegan esta clase de partidos, que el barrio lo puede organizar sin problemas. Es una alegría y un orgullo”. El particular duelo, que logra lo que parece imposible para el profesionalismo -en cualquiera de sus categorías-, entre el Torito y el Mirasol se hace para fomentar la No Violencia y se ha vuelto una tradición a ser imitada, estudiada y ser tenida en cuenta por otros espacios.

TE PUEDE INTERESAR

Dejanos tu opinión