

Afuera de la cartera de seguridad tuvo lugar, al mismo tiempo, una concentración de retirados, jubilados y familiares de uniformados muertos o heridos en servicios. Leyeron un documento para pedir mejores condiciones para los agentes
El Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, recibió a los familiares de Lourdes Espíndola y Tamara Ramírez, las dos policías asesinadas el último fin de semana, hechos por los cuales hay tres personas puestas a disposición de la justicia. Afuera de la sede central de dicha cartera, en La Plata, esperaba un nutrido grupo de personas –mayoritarimente jubilados y retirados- que se había auto-convocado para reclamar mejores condiciones para los agentes.
Según se informó de manera oficial, “durante el encuentro, del que también participó el jefe de la Policía, el comisario general Fabián Perroni, Ritondo estuvo reunido con la pareja de Lourdes, Fernando Altamirano; y los padres de las dos policías fallecidas, Juan Carlos y Adriana (Lourdes), y Sandra y Serafín (Tamara)”.
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Justamente, quienes estaban afuera del edificio de calle 2, entre 51 y 53, centraron sus críticas en la figura de Perroni, a quién le achacaban haber tratado fríamente a Altamirano minutos después de que el también efectivo se había desahogado frente a las cámaras de televisión. También se leyó un documento con ciertas exigencias.
El caso de Tamara se registró el sábado pasado cuando recibió un disparo que le provocó la muerte en un asalto en su casa de Glew. El autor del hecho está detenido y cuenta con antecedentes. Ese mismo día, cerca de las 19, Lourdes fue baleada cuando se encontraba esperando el colectivo en la colectora de la Autopista del Oeste. Por este hecho hay dos sujetos puestos a disposición de la justicia, también con prontuario.
En las escalinatas del ministerio se dio un extraño episodio que tuvo como protagonista el expolicía Oscar Alvarenga, quien el año pasado había tomado notoriedad por haber desaparecido por varias horas siendo supuesto asesor de Ritondo. Esa relación fue luego desmentida cuando Alvarenga apareció “perdido y aturdido” en un bingo de Capital Federal.
Esta tarde, Alvarenga fue increpado por los presentes cuando quiso acaparar la atención de la jornada hablando con los medios comunicación. “Andá al bingo”, “acá no queremos hacer política”, “venís cuando están las cámaras”, fueron algunas de las frases que se escucharon mientras un grupo lo llevaba a la esquina a empujones y con puñetazos lanzados al aire.
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