Judiciales y Policiales Tendencias
RICOS VAN PRESOS EN TERRITORIO BONAERENSE

Pinamar: Detuvieron a la mujer que agredió con un palo de golf a otra por "pobre"

La violenta agresión en el campo de golf de Pinamar terminó con la empresaria clasista detenida. La acusada enfrentará cargos por "tentativa de homicidio"

En un nuevo capítulo del episodio que sacudió a Pinamar y generó una fuerte reacción en redes sociales, Celeste Lorena López, de 44 años, fue detenida tras ser acusada de agredir brutalmente a Silvia Lo’ Presti, de 61 años, con un palo de golf. El ataque, cargado de insultos clasistas, ocurrió en un campo deportivo exclusivo, y López deberá ahora enfrentar una imputación por tentativa de homicidio, marcando un contraste con la percepción social de que " los ricos no van presos".

TE PUEDE INTERESAR

El incidente tuvo lugar el 19 de noviembre, cuando Lo’ Presti, oriunda de la localidad de City Bell, en el partido de La Plata, estaba junto a una amiga en el campo de golf mientras tomaban mate. Según el relato de la víctima, su presencia incomodó a López y su pareja, Mariano Girini, quien también participó verbalmente en el episodio pero no fue imputado.

Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/____7e7e13nz0/status/1862891660692082871?t=DxLg0RAPiwZ3VjhZotOO1Q&s=19&partner=&hide_thread=false

"Vayan a tomar mate al conurbano"

Lo’ Presti declaró que los golfistas comenzaron a increparlas con frases como: "Vayan a tomar mate al conurbano", "Esto no es Ostende" y "Nosotros pagamos 54 mil dólares para estar acá". La situación escaló rápidamente cuando López, visiblemente alterada, atacó a la víctima con un palo de golf, primero golpeándola en la cabeza y el cuello y luego usando otro palo tras partir el primero.

Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/UnElastiquero/status/1862896591914344522?t=Agbtv5_QjgrP_N723Mnf4A&s=19&partner=&hide_thread=false

"Fue terrible. No hubo discusión ni provocación. Estábamos caminando sin molestar, pero esta gente simplemente no toleraba nuestra presencia. Si me pegaba con la parte de madera, me mataba", declaró Lo’ Presti. Según su testimonio, la agresora cesó únicamente porque un vecino comenzó a filmar el ataque.

Clasismo en su máxima expresión

Este episodio puso en evidencia el clasismo exacerbado que aflora en ciertas interacciones sociales, y se enmarca en un "clima de época" que parece ser respaldado por las mayores representaciones políticas nacionales.

Los insultos de López y Girini no solo reflejaron su desprecio por lo que consideraban una “intrusión” en un espacio exclusivo, sino que también desataron un debate más amplio en la provincia de Buenos Aires sobre las dinámicas de poder y privilegio. Y allí da la sensación de estar surgiendo importantes diferencias con el sentir que baja desde ámbitos del poder central.

Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/monotribuartist/status/1862895244464808117?t=tk8V0l09DHq-jYh-fr8TeA&s=19&partner=&hide_thread=false

El hecho resonó especialmente en redes sociales, donde se viralizó la frase: “Los ricos no van presos”, en referencia a otro episodio reciente en CABA, donde un hombre intentó expulsar a vecinos de una cafetería supuestamente por portar una bandera palestina. Sin embargo, este caso de Pinamar demostró que, al menos en la provincia de Buenos Aires, los privilegios económicos no son inmunidad frente a la ley.

Un caso que avanza en Pinamar

Tras una investigación liderada por el fiscal Juan Pablo Calderón, López fue detenida en su domicilio de Pinamar y trasladada a la DDI de Villa Gesell. Según fuentes judiciales, enfrenta una acusación por tentativa de homicidio, un delito que podría costarle entre cinco y diez años de prisión.

El fiscal también evalúa agregar agravantes por motivos de odio, aunque de momento la imputación se centra en la intención de matar. Las lesiones de Lo’ Presti fueron catalogadas como leves, pero los estudios neurológicos en curso buscan determinar posibles secuelas físicas y psicológicas.

En el allanamiento a la vivienda de López, ubicada en un barrio exclusivo de Pinamar, se secuestraron 32 palos de golf, ropa y accesorios utilizados durante el ataque. Sin embargo, el palo partido en la agresión no fue encontrado, lo que sugiere que pudo haber sido descartado para dificultar las pericias.

Repercusiones más allá del golf

El incidente provocó una condena social generalizada. Vecinos de Pinamar organizaron una “mateada” frente a la farmacia de Girini, conocida como Golf, en repudio a las acciones de la pareja. En un pueblo donde “todos se conocen”, las actitudes violentas de Girini ya eran un tema recurrente en las conversaciones locales, aunque no se habían registrado denuncias previas.

"Esta gente evidentemente no está bien. Lo que les molestaba era que estuviéramos ahí, ni siquiera interrumpimos el juego", afirmó Lo’ Presti, quien aseguró conocer las reglas del golf por su marido, un jugador aficionado.

Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/Bitelchus10/status/1862878940370551188?t=rW9Tl1cWK5HRyDmqDQt7kw&s=19&partner=&hide_thread=false

Un mensaje para la sociedad bonaerense

Este caso va más allá de un episodio aislado de violencia; representa un golpe simbólico a la impunidad percibida de ciertos sectores privilegiados.

En un contexto donde la frase “Los ricos no van presos” se consolida con fuerza y como una verdad incontrastable, la detención de López envía un mensaje claro: nadie parece estar por encima de la ley en la provincia de Buenos Aires.

El fiscal Calderón subrayó la gravedad del ataque: "Los golpes fueron en zonas vitales. De no haber intervenido el vecino que filmó, este episodio podría haber terminado en una tragedia".

Mientras López aguarda su declaración y un posible juicio, el caso ya se instaló como un ejemplo emblemático de cómo el clasismo y el racismo sutil —o no tan sutil— pueden llevar a extremos de violencia.

En el trasfondo, queda la reflexión sobre cómo ciertos sectores todavía creen en su derecho a excluir y discriminar, un pensamiento que no tiene cabida en una sociedad que busca igualdad y justicia. En Pinamar, al menos por esta vez, la idea de que “los ricos no pagan” quedó en jaque.

TE PUEDE INTERESAR