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El chofer, con muerte cerebral

Habló la sobrina del taxista de Ensenada: “Estamos en shock, es una locura lo que pasó”

Conmovida por el feroz ataque que sufrió su tío, Guadalupe en diálogo con FM Cielo dijo que “Jorge pasó su vida al volante y jamás se peleó con nadie”. Detalló que el auto no tiene ni siquiera un roce. Aseguró que el taxista es el sostén de su madre. Está internado en un hospital de Cañuelas. No respira por sus propios medios

Guadalupe, sobrina de Jorge Gómez, el taxista de 52 años que quedó con muerte cerebral tras ser atacado por un conductor de una camioneta en Ensenada, habló con FM Cielo y, conmovida por los hechos, dijo estar en shock.

“Es una locura lo que pasó. Toda la vida al volante y jamás se peleó con nadie”, afirmó la joven respecto a su tío, quien se encuentra internado en coma, en estado irreversible, con respiración automática.

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“Mi tío sufrió el ataque. Se levantó, entró al auto y a los tres metros se desvaneció”, contó Guadalupe. También explicó que Jorge vivía con su madre en 127 entre 35 y 35 bis y que era el sostén económico de la casa.

Padre de tres hijos de 24, 26 y 29 años, el taxista quedó al borde de la muerte al ser atacado por Esteban González, el que se entregó ayer en la UFI N° 5 de La Plata.

Gómez, tras ser atendido en el hospital Cestino de Ensenada, fue derivado al hospital Cuenca de la ciudad de Cañuelas.

"Gómez sufrió un trauma cerrado de encéfalo, está con asistencia respiratoria y soporte hemodinámico, su pronóstico es reservado, está muy complicado", detalló una fuente hospitalaria.

El taxista fue atacado el martes a la noche cuando conducía un Corsa de color negro por la calle 126 y 50 de Ensenada y tuvo un altercado de tránsito con Esteban González, quien manejaba una camioneta VW Amarok blanca.

De acuerdo con los investigadores, y según permitieron reconstruir las cámaras de seguridad de esa arteria, tras una discusión, González bajó de la camioneta y le propinó una golpiza mediante patadas y golpes de puño, aún cuando estaba caído.

Todo lo sucedido fue advertido por los empleados del centro de monitoreo de Ensenada, que envió a la policía y una ambulancia.

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